La gran desesperanza comienza cuando nadie hace nada, cuando la noticia recorre el mundo y la sangre sigue manando. Hoy, también he leído la noticia a mis alumnos. Era necesario abrir los ojos a un amanecer de gran tristeza. Lo inesperado siempre señala a los inocentes, y como bien dices, no existe nada que justifique actos semejantes, sino la bestia humana que jamás evita el dolor y lo propaga. Un saludo y gracias.
17/12/14 07:12
Y aquí, muchos de mis compañeros de clase, haciendo un drama porque sus padres les han quitado el móvil por una semana, mientras a miles de quilómetros mueren niños a los que les gustaría una educación y una oportunidad para vivir sin que una pandilla de asesinos vengan a arrebatarles sus familias
16/08/17 03:08