Se llama Paz y se ha perdido en un bosque misterioso, escondido entre el bullicio y la soledad de los hombres.
Se busca, pero nadie es capaz ya de hacer una descripción fidedigna de ella.
Unos dicen que aún viste de blanco, que su risa se refleja en la faz de los niños que encuentra en su camino.
Otros la visten de sombras y cuentan que un llanto hondo como la noche oscura guía sus pasos, ebrios ya de un presente insólito y aterrador.
Si la veis..., detenedla, abrazadla, refugiaos bajo su manto de esta lluvia negra que aprisiona y extermina.
Gracias, Regina. Saludos.