En esta noche sin estrellas,
por la oscuridad envueltos,
no sé donde mi cuerpo termina
ni donde comienza tu cuerpo.
Si vivo, estoy en el paraíso,
cielo es si estoy muerto.
Mas infierno es sin duda
ya que solo es un sueño.
Sueño que por dulce atormenta,
del alba urgido a perderlo.
Quebrando albores llega el día,
quebrando del amor el deseo.
¡Ay amiga!, pues bien que lo siento, no es un sentimiento agradable el que destila el poema. Pero sentimientos al fin... nos impulsan a plasmarlos y con suerte pueden dar a luz algo bello.
Abrazo grande para ti.