¡Cuántos pasos en falso
habrán dado mis pies!
¡Cuántas caricias al aire
sin encontrar otra piel!
¡Cuántos besos enquistados
me amargan como la hiel!
¡Cuánto por hacer me queda!
¡Cuánto ya nunca haré!
No es queja ni llanto,
solo es lo que es...
morir como hacen los árboles,
en el bosque, a solas, de pie.