Misterio en sí son las palabras
que forman y desvelan misterios.
Que se jactan de grandes cosas,
que han llenado cementerios.
Dulce el agua de una fuente
que se trueca pronto amarga.
Terciopelo suave que acaricia,
fiero acero que descarga.
Igual despellejan infames
que lamen complacientes.
Igual de amores te hablan
que te flagelan hirientes.
Armas en boca de muchos,
mágico fluido en la de pocos
con el que crean belleza
esos pobres, pobres locos,
que se afanan en unirlas
como ungüento que calma,
también por palabras herida,
de la humanidad el alma.
Las palabras humildes reconfortan el alma, las grandes palabras en la gargantga aprietan y ahogan la calma.
El silencio tiene sus propias palabras inaudibles que se clavan, la vida se ns escapa por la lengua así que cierra la boca y encierra a las palabras, y haz con ellas ensaladas enlatadas para cuando te falte la respiración hablada.