Te regalo mis letras con amplio sentido de excelencia, es el sexto de la secuencia por si te importa la procedencia y es que tenía en mente por lo menos 50 pero a la hora de plasmarlos en mi libreta, supe que había perdido la cuenta de lo que el cerebro inventa cuando se encuentra en este estado, es en vano y desgastado repetir todo lo que una vez te dije frente a frente, que mi cerebro es el que piensa y el corazón ya no siente y miente cada vez que te pregunto si te extraña, me tejes una trampa con tus palabras, me confundes con tus miradas y me entretienes con lo que tienes, me tienes con un revolver entre las sienes, pensando si avanzar o ponerle paro de emergencia a este maratón tan desgastante y degradante, que duelen los pies de tanto intentar alcanzarte de nueva ocasión, llegar hasta aquella visión donde subimos a la luna y caminamos por el filo de la superficie; me sorprende que no saltes, que no grites, que no me digas que pare porque nunca escucho lo que dices, soy responsable de lo que te digo, pero me declaro inocente de lo que tu entiendas, espero con anhelo y desespero que se agote la tinta de mi tintero para dejar plasmado mas de mil veces que yo ya no te quiero.
Por un tiempo yo pensé también en correr tras ella pero era para retorcerle el cuello; después como buen perro me lamí las heridas y me tuve que retirar. Cada vez se ponen mejor los versos.
