Tengo este vacío de nuevo en la cabeza, otro bloqueo y al mismo tiempo no puedo dejar de pensar en mil cosas por segundo. Parece una broma de mal gusto.
Es un jueves, las doce de la noche y lo único que pienso es cuan patético seria ir a tomar sola a algún bar, o si tengo que esperar a mañana, el fin de semana, donde es más aceptable salir por una cerveza.
Sinceramente me preocupa esta necesidad de alcohol constante, ‘’lo bueno nunca se hereda’’ me repite mi vieja cada vez que ve en mi, alguna actitud mañosa del idiota de mi papá.
Pero bueno, eso, quiero salir a tomar, y ser feliz, y olvidarme que mi ex está saliendo con una pendeja que esta buenísima y yo sola. Olvidarme de los quilombos emocionales de mi vieja, trato de escucharla y apoyarla, pero hay cosas que una madre no tiene que contarle a su hija, es simplemente demasiado.
Olvidarme de todos esos ‘’amigos’’ que, la única razón por la que me hablan, es porque me quieran coger, incomodo y real. Además del imbécil que no me volvió a llamar...
Estoy cansada, se me caen los parpados mientras escribo esto, la familia está en el comedor, viendo televisión y yo al frente del computador, deseando que sea viernes, una birra, un amigo verdadero, un toque de paz.

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