Noches y días eternos
que mueren ante sus ojos,
lejanos y tristes sueños,
lágrimas dulces de un corazón flojo.
El sonido destructor del silencio,
sus almas pesadas los maldicen,
guerras sin nombre, ni sentido,
hombres bendecidos por Dios dicen.
Han nacido hace años
los primeros hijos de la guerra Santa,
hijos condenados a muerte,
nacidos en su tierra prometida.
Piden paz con armas en mano,
podredumbre de mentes blasfemas,
que no quede ningún niño sano,
sentencias impías sin ningún tema.
¿Dónde empieza lo humano
y donde termina lo animal?
Siempre me he preguntado,
no hay sentido en esta melodía ,
no hay armas en esta guerra sucia
Los días tristes de sueños rotos,
nostalgia y gritos desesperados,
se ha perdido una vida,
se ha ganado una guerra,
bendecida por Dios,
maldecida por la humanidad...
¿Y me pregunto ese ángel aun vivirá?
Los d?as tristes de sue?os rotos,
nostalgia y gritos desesperados,
se ha perdido una vida,
se ha ganado una guerra,
bendecida por Dios,
maldecida por la humanidad...
Estremecedor Karamara duramente estremecedor