Me pongo manos a la obra
para reconstruir mi cuerpo
pieza por pieza, sin demora
perdido en mi rompecabezas.
Sentimiento a sentimiento
voy dibujando mi alma vacía
pues me despojé de lo que había,
trozos sin sentido que reunía el viento.
Parte de mi halló el perdón,
entre acordes de escarmiento
recupero la cordura y mi razón
va encontrando su sentido
en esta vida.
Emigré a otro cuerpo
en busca de consuelo
y jamás atraqué en un puerto
ni conseguí alcanzar el cielo.
Regresé de aquel camino
de vuelta a mi hogar.
en este viaje he aprendido
a valorarme sin importar
lo que me digan los demás.
La estrofa final, un gran consejo, de quien camina y aprende.
Felicidades,