Ésta noche te he observado con recelo, estabas de pie entre mi gente, ¡Tu gente!; sonreías y bailabas con quien osara pedirte una pieza, repartías miradas y besos de bienvenida a cualquier desconocido, y yo te miraba detrás de las sombras de un árbol, alejado del bullicio, de ti
No podía quitarte los ojos de encima, percibí cada movimiento, cada respiro, cada palabra indescifrable que salía de tus dulces labios
Como deseo estar ahí, tras de ti
porque tengo el terrible presentimiento de que tu mascara está sujeta con finos y delgados hilos de seda, pronto va a caerse y te dejará expuesta al mundo; ese mundo del que estoy seguro has huido día tras día ¡quién sabe desde cuando!, pronto los hilos se van a quebrar, ¡tengo que estar ahí!, tengo que detener una caída, parar una huida o quizá callar un grito
Te vas tan sobreactuada, todos creen que eres honesta; ¡Se equivocan!, ni siquiera tu sabes quién eres, pero ¿Porque sigues fingiendo?, ¿Porque te ocultas?, ¡Eres una mala actriz y tu vida un teatro barato!
Despierta ya de ese profundo sueño, pesadilla, infierno
porque mientras más pasa el tiempo más te consumirá hasta que tu frágil cuerpo termine vencido
no puedo siquiera pensarlo, La muerte te puede encontrar si no dejas de esconderte, ¡Enfréntalo!, será difícil, dolerá, pero sanará, yo te sanare también... pero primero vuelve a tu torturada lucidez, regresa del limbo donde te encierras, porque nadie más que tú, tú misma eres tu cárcel, tu verdugo, tu rival; véncete primero para que puedas vencer al mundo entero