DÃa 31 de Enero del 2999. Aún no habÃa salido el sol, por lo que debÃa ser poco antes del amanecer. En la zodiac nº 2 iba Ivon con su hermana, Roberto, Casandra, Yussuf y otros dos isleños más. El primero llegarÃa a un sistema de evacuación de aguas recicladas para preparar el terreno y dejar entrar al 2 equipo por los tubos seminundados. Unos kilómetros más adelante llegarÃan al sistema de mantenimiento y fontanerÃa del edificio auxiliar a la Torre nº 1 de Jamber. Una vez allÃ, cambiarÃan de uniforme por uno de mantenimiento. Y esperarÃan a que el señuelo actuase. Mientras esperaban el edificio comenzaba a sumirse en el ajetreo diario de un lunes por la mañana. El equipo de 14 miembros entre ellos militares retirados, milicianos antiCOGESEK, un informático y un enlace de comunicación (uno gemelo del otro), Yussuf era el lÃder, Ivon, un soldado más y Alcoida y Roberto como retaguardia junto con Casandra que quiso ir a última hora. Los 4 últimos estaban nerviosos. No hacÃa ni dos semanas estaban encerrados en celdas de la COGESEK temiendo por sus vidas. Una vez liberados debÃan volver a enfrentarse a la COGESEK si querÃan sacar algo en claro sobre los Aimier, los Deltario y lo del libro de Pandora.
Una luz de una pantalla cercana alerto a todos. El señuelo habÃa funcionado y como miembros de mantenimiento, debÃan acudir a solucionarlo. Se dividieron en grupos más reducidos de 4 personas quedándose los gemelos en el departamento.
Con unas cajas en los que tenÃan las armas, partieron a 3 ascensores distintos con diferentes objetivos. Mientras que 2 grupos llegaban a la planta 75 y otro a la 105, el grupo de Ivon (con su hermana y los posaderos) se dirigieron hacia la alerta verdadera. Un trabajador de la empresa de la planta donde estaban (120) les indico el lugar y motivo de la averÃa. Cuando se aseguraron de que no habÃa nadie alrededor, se cambiaron haciendo un apaño a la fuga de agua del lavabo. Antes de salir esperaron a que hubiera confirmación por radio
- Esto es un sueño – susurro Roberto. Se habÃa afeitado y cortado el pelo. A pesar de ello parecÃa más bruto que antes – HacÃa 16 años que no hacÃa algo parecido.
- Pues será mejor que lo olvides. Eras un asesino. Estos son civiles. Ni se te ocurra fallar ¿entiendes? – insinuó Alcoida manteniendo una sorprendente calma.
- No era un asesino, era guardaespaldas ¿te enteras? – farfullo lo más bajo que pudo Roberto.
- Pero te pagaban por matar ¿no? Pues eras un asesino… a sueldo – Continuo Alcoida.
- Callaos – intervino Ivon - A Casandra le puede molestar…
- NoÂ… No, si no me molestan, de verdadÂ… Salva – aclaro la tÃmida Casandra.
- MmmÂ… - murmullo Ivon. Casandra puedo verle una pequeña sonrisa en el gesto serio con el que habÃa embarcado. Fue la única persona que no le sorprendió el hecho de que quisiera ir con ellos, aunque fuera una “carga” ya que no sabÃa combatir ni empuñar un arma. La noche antes, hecha un manojo de nervios, tuvo una charla con Ivon. Le dijo que si alguna vez tuvieran problemas, pasara lo que pasase, se buscarÃan el uno al otro. Asà pudo dormir tranquila el resto de la noche.
Casandra siguió mirando el rostro del héroe. HabÃa crecido un poco. Le habÃa salido una incipiente barba del color de su cabello y le dijo que le habÃa dado tiempo a retomar ciertas lecciones con la espada. Era preciosa, tan frágil que cualquiera debÃa pensar que se pudiera romper en cualquier momento. Como el temperamento de Ivon. El ex soldado miro a Casandra, estaba extasiada mirándole. De repente sintió un pinchazo en el estómago al recordar lo que sentÃa por Marina. ¿Qué habÃa sido de ella? Después de esto ¿IrÃa a verla? ¿VerÃa a sus colegas de las US?...
- Luz verde, Alfa 1 – llego la voz del enlace a través de sus auriculares ocultos.
- Roger, Worm – dijo Ivon mientras se ponÃa en pie – En marcha, chicos.
DebÃan llegar al piso 160 procurando no llamar demasiado la atención con los uniformes de seguridad de la COGESEK que llevaban desde que se cambiaron por los de mantenimiento. Haciendo uso de una tarjeta activada por el informático (nombre en clave: Earth) subirÃan por un ascensor sin paradas hasta la planta 150 a unos 10 pisos del ultimo punto de acceso especial. El edificio era colosal. Con una altura de más de 1000 metros una marabunta de otros edificios ofrecÃa una base sólida junto al edificio auxiliar desde donde habÃan accedido. En las plantas inferiores a la 121 habÃa distintas empresas con prosperidad en el mercado comercial. Constructoras, comunicaciones, alimentos, transportesÂ… La economÃa mundial no atravesaba ninguna crisis por aquellos dÃas.
Al llegar al ascensor, Ivon acerco la tarjeta al lector especial. Pasó un rato y se confirmó lo peor. El ascensor no se abrÃa.
- Earth, arregla la Casiopea – (en clave, arregla la tarjeta) Ivon lo intento otra vez.
Nada. El ascensor no se abrÃa.
- ¡Earth! ¡Casiopea! – Grito hacia su interfono.
De repente el ascensor se abrió y salio un montón de gente. Uno de ellos se detuvo
- Lo siento, este ascensor funciona un poco mal últimamente. Espero que no tuvieran prisa… - dijo con un poco de culpa
- ¿Pero funciona? – pregunto Ivon señalando.
- SÃ, sÃ, claroÂ…. Bueno hasta la vista – Se despidió el hombre
Ivon suspiro aliviado y entro con su grupo al espacioso ascensor. Cuando se hubo cerrado Alcoida se dirigió hacia Ivon. Era extraño verla de guardia de la COGESEK.
- ¿No te parece extraño que toda esa gente baje siendo las 9 de la mañana?
- Ahora que lo dices es cierto – dijo Ivon. Roberto se atrevió y dijo
- ¿Una trampa? – Casandra palideció de miedo. Aunque tuviera a 3 personas para protegerla, debÃa poder defenderse con la pistola que le dejaron. Ivon y Roberto le enseñaron un poco de lo básico, trayectoria, retroceso y vientoÂ… pero aún no la habÃa usado. Ni querÃa hacerlo. Llegaron a la planta 150 donde habÃa un pase de seguridad con poca vigilancia y poco trasiego en los pasillos posteriores. Pasaron fácilmente los arcos, haciéndose pasar por unos guardias de la COGESEK (La Fuerza) a quienes les habÃan raptado poco antes y fueron hacia las escaleras.
DebÃan subir unos cuantos pisos más hasta llegar a la cima de aquel edificio. El Almacén General de Archivos Clasificados de la COGESEK (o conocido como el ARCA) se situó en la parte más alta de la torre aprovechando el nexo hueco que permitÃa reducir el movimiento por el viento del rascacielos. Antes de que llegasen a la planta 160, Yussuf pregunto.
- ¿Cómo vais?
- Genial, Halcón 7. Ya casi llegamos – dijo Ivon
- Bien, nosotros nos hemos reagrupado en el piso 110 cerca del Aeropuerto (existÃa una pequeña plataforma a partir de cierta altura) esperando al OdiseaÂ… Un momento.
De pronto Ivon se paro. Los demás le miraron intrigados. HabÃa palidecido y tenÃa los ojos en blanco.
- He oÃdoÂ… disparosÂ…
En seguida una alarma resonó por todo el edificio hasta el último rincón de la torre nº 1 de Jamber. Les habÃan descubierto.
- ¡Escucha! – dijo Yussuf desde el interfono - ¡Tienes 5 minutos antes de que esto se convierta en una bastión de la Fuerza! ¡Creo que he visto también a soldados por aquÃ!
- ¿¡El ejército!? – Ahora todos palidecieron. Pero no hubo respuesta. DebÃan subir de inmediato y coger lo que pudieran. Al llegar al piso 160 que daba al aire (el nexo hueco) se sorprendieron por lo que habÃa ahÃ. Un enorme lanza misiles permanecÃa apuntando de espaldas al amanecer. Pero justo entre el grupo y la escalera que les separaba del ARCA habÃa alguien más
- Siento deciros que sólo hay una salida – y señalo el borde abierto de la planta.
En Ivon confluyeron todos los sentimientos de ira, rabia y enfado al ver que el que tenÃa frente a sÃ, era, ni más ni menos que su antiguo capitán, Carlos Taraca Ustul.
vaya, por fin algo de narrativa. puedo ver que en esta p?gina no es muy popular el g?nero ?verdad?. Bueno la ciencia ficci?n nunca ha sido mi fuerte pero lo que le? no es malo, lo que s? es que te fallan un poco los verbos en pasado carnal: grit?, indic?, etc.