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Seiko 3000 - Capitulo 66 - la Verdadera Historia de la Familia Medio

El grupo encontró a Alcoida y a Salvador, tras pasar la noche buscándoles, por la mañana del 16 de Abril. Como había hecho frío había construido un toldo con ropa de Salvador para que su hermana guardara reposo y estuviera caliente. Se estaba recuperando pero muy lentamente. Cuando les encontraron, estaban comiendo unos pescados.
- No sabíamos si seguir el río arriba o abajo. Mirella nos dijo que siguiéramos el río.
La explicación de Roberto finalizó cuando señalo a Mirella. Esta ya estaba consciente y les miraba con timidez. Parecía haber cambiado algo dentro de ella. Salvador recordó como se le había abalanzado sobre él hacía dos noches y se ruborizó. Alcoida se levantó y se apoyo de brazos para observarla con cara seria.
- Lo siento… Debí… Mejor dicho, no debí dejaros que conocierais a mi hermano.
Todos estaban expectantes. Su hermano Dando, era el topo. Pero se había fugado y esperaban una explicación por su parte. ¿Qué pintaba ella en sus planes?
- Veréis. Todo sucedió cuando mis ancestros pasaron la crisis de Sam Fadyd. Todo relacionado con los Aimier era perseguido, vilipendiado y destruido. La locura fue tal que mis antepasados se refugiaron en una cueva durante varios años gracias a que eran mineros y pronto encontraron una galería con la que sobrevivir. Tras varios años, un rumor del exterior hizo que salieran de su escondite. Los Aimier estaban llamando a sus familias perseguidas. Ellos saltaron de alegría, según me dijo mi abuelito, pero otros se habían vuelto más huraños y no quisieron padecer bajo el juzgado de Aimier Directos porque, sin duda, les tacharían de cobardes y de no asistir al resto de los perseguidos como sí hicieron los Deltario. Además, una plaga se extendió rápidamente por nuestra familia. Por lo visto, al estar tanto tiempo encerrados, un simple constipado podría matarles por haber pasado demasiado refugiados del exterior.
Mirella observó que la seguían mirando con expectación. Alcoida, en cambio, seria.
- Solo sobrevivieron unos pocos. El último sensato murió de una gripe y tras 13 días de sufrimiento. Por lo que los huraños que resistieron a la enfermedad jamás quisieron pisar Agreste. Visto el lance y que volvieron a su guarida para evitar más persecuciones, los Aimier enviaron a la familia más cercana. Unos agregados Deltarios ofrecieron un ultimátum a mi familia. Si iban a Agreste con ellos, se trataría su caso con especial interés, si no, la familia Medio no sería considerada como simpatizante y sería desvinculada con los Aimier. Sinceramente, si hubiera sido una de ellas, yo me hubiera ido a Agreste.
- ¿Y qué más? – dijo Alcoida dándose cuenta que quería evitar “cierta” información
- Vale. Además ya la habéis visto…
- ¿El qué? – dijo Fran, desconcertado
- Serás zoquete – dijo Roberto irritado por la falta de agudeza de su colega – Habla de la jarra de agua. De la fuente de Vendaval, hombre…
- Pero… ¿Se la ofrecisteis? – preguntó Cassandra a Mirella
- Sí, mis mayores hicieron la contraoferta ofreciendo el agua a los Deltario, aceptaron entregársela y al cabo de un tiempo, los mismos, volvieron. Los Aimier Directos rechazaron categóricamente la ofrenda.
- Eso ya lo sabemos – dijo Salvador, cansado porque le habían detallado una historia que, a lo grosso modo, ya se la habían contado – Lo que queremos saber es que si esa agua era, de verdad, de donde procedía.
Mirella se mordió el labio y desvió la mirada. Divago en decirles la verdad aunque, por otra parte, ya no tenía a la amenaza del temible Dando a su vera. Si disponía de tiempo y de libertad, debían enterarse de la asombrosa verdad.
- El agua era falsa. Nunca se recupero la Fuente Milagrosa de Vendaval – afirmo Mirella – Lo que querían ofrecerles era agua contaminada por los sly a propósito.
Atónitos, no se lo creyeron. Alcoida, que permanecía serena y quieta como un felino fue la que preguntó.
- Era agua de la fuente que ellos mismos habían robado ¿verdad?
Mirella estaba asombrada, sólo Dando, su hermano le había dicho eso. Y sólo cuando ejercía el cambio de personalidad tan osado como maléfico. Ambos hermanos se intercambiaban personalidades para que Dando pareciera el “buen chico” mientras, en su interior, y tal como mostraba su hermana, era un auténtico cabrón. Mirella continuó su explicación, dándose cuenta que sus palabras eran de oro para los Aimier.
- En realidad, Los Medio accedieron al recinto de Vendaval y ofrecieron la Fuente Milagrosa infiltrándose entre la guardia del fuerte. Cuando bebieron de esta jarra – y saco la jarra que vieron el día que llegaron a Vendaval, vacía – Se dice que los Aimier, contraatacaron. Mi familia quería haber sido un topo útil para los sly y su nuevo gobierno dado a que con los Aimier sólo les tenían como representantes en Halaria. Pensar un poco.
Ahora Mirella se puso a hacer preguntas concretas y evidentes
- ¿No os parece que la misma bebida que ha precipitado tu caída pudiera servir para que tu enemigo sufriera los mismos problemas? ¿Por qué creéis que los “Arcángeles” se quedaron en Las Partidas? ¿Por sembrar el caos? No. Sólo para crear el clima de conflicto adecuado como para que la familia Medio, con grandes ínfulas de sly, ofreciera el agua “maldita” a los enemigos que habían derrocado a los sly.
Fue Cassandra la que tuvo la curiosidad innata de preguntar
- Pero si los sly la bebieron y perdieron la guerra, aparte del que no os mataran por aquella osadía ¿No sería que ellos eran los malos? ¿Qué habría pasado si la hubiera tomado un Aimier? ¿O Salvador?
Mirella formó rápidamente la respuesta
- Nunca lo sabremos. Aunque hubiera sido la Fuente “Milagrosa” y la gente le sucedían cosas buenas, no sabremos si la maldad de los sly fue recompensada por desgracias o si los Aimier hubieran caído en mitad de la reconquista…
- Yo creo que hubiera beneficiado a los Aimier, lástima de botella
Salvador había dicho esas palabras con derrotismo en sus sílabas.
- No – negó Alcoida
Todos se asombraron
- No creo que beber agua solucione tus problemas. Lo que consta como un hecho es que la Fuente fue robada por los sly y puede que contaminada después de que la bebieran. Aunque eso no lo sé, es probable que lo hicieran para tenderles una trampa a los Aimier. Solo piensa en eso. Tenían un veneno probado por ellos mismos. Y si los sly tenían las mismas intenciones que cierta familia de Ramber, es natural pensar a qué iba ser usada esa botella…
- Pues lo tenéis muy chungo… - dijo Mirella
Cundió el desánimo tras las palabras de Mirella. Ésta pensó un poco y lo comunicó.
- Convendríamos seguir hasta el refugio de Tirana. Esta a otros 10 kilómetros de aquí. Deberíamos ocultar el jeep y seguir andando río abajo
- ¿No estará vigilado? – preguntó Cassandra, poniéndose de pie.
- Sólo lo está en época de nevadas – respondió Mirella
Roberto estornudó. A todos les sorprendió la fuerza con la que lo había hecho.
- Maldita sea… - dijo, sonándose la nariz – Odio la primavera
Y, a pesar de todo lo malo, rieron hasta contagiarse de la risa. Tras ello, ayudaron a Alcoida a levantarse. Mientras se apoyaba en Roberto y en Fran. Cassandra y Salvador se dirigieron al jeep. Cuando lo divisaron, a unos metros de allí, en un sendero. Se esmeraron en cubrirlos con ramas de abedules, pinos y cedros que abundaban en la ladera. Cogieron pertenencias y el lanzacohetes. Salvador tuvo curiosidad por ver la guantera y en ella encontró una pistola reglamentaria del ejército y la documentación del jeep. Sorprendido por el descubrimiento ojeo los papeles. Cuando leyó quien era el propietario del vehículo, sonrió para sus adentros
- Jonás… - pensó en voz alta – Siempre pensando en los demás…
Keitaro28 de agosto de 2009
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