Voy a comenzar a trabajar de voluntario con la ONG Infancia Solidaria.
Traen niños de África y Sudamérica a operarse al Hospital Materno Infantil, sobre todo de cardiopatías.
Les salvan la vida y luego los devuelven a sus países. Los menores vienen con sus madres.
Mi tarea de voluntario será por las tardes acompañar a los niños en el hospital y jugar con ellos para que el tiempo de ingreso no se les haga tan pesado.
Pero a medio-largo plazo me ofreceré también como familia de acogida en la que puedan quedarse madre e hijo en el tiempo que pasen fuera del hospital.
Y bien amigos no es que sea bueno desde el punto de vista católico. Soy solidario y comunista. Y en sus países no tienen material quirúrgico ni tecnología suficiente para llevar a cabo estas intervenciones. Y ésta ONG de tamaño pequeño gestiona para que este sueño se haga realidad.
Seré voluntario sin duda. Pero respecto a ser familia de acogida ya tengo mis reservas.
Vivo sólo y carezco de coche e infraestructura necesaria para llevar a cabo una recepción efectiva.
Además tengo una minusvalía y una discapacidad que me limitan considerablemente.
Aún así la idea me tira mucho.