Si te he herido, si te he molestado, si no he sabido decir una palabra, si fallé en decirla, si hice daño a tu corazón, si incumplí tu esperanza, si dudé, si no alcancé uno de tus sentimientos, si no fui fiel a tu alegría, ni no supe ahuyentar tu tristeza, si te decepcioné te pido perdón.
Si me quieres perdonar, si me merezco tu perdón, si me das otra oportunidad, si tienes confianza en mi, sabré merecérmela. Pero si me dices no, será que no te merezco, que no quieres mi amor y que amarte fue un sueño del que ahora despierto con dolor por haberte perdido.
Perdóname, tú lo eres todo. No puedo olvidarte, aunque deba porque tú no estés. Aunque recordarte sea llorar por no tenerte y morir de tristeza por no besarte. Te quiero y siempre te querré, no me pidas que te olvide, jamás podré. Créeme que si algún día regresas no te arrepentirás porque te llenaré de amor, de dulzura, de compresión, de entendimiento en pocas palabras de amor, ese amor que te faltó cuando te tuve ese amor que nunca supe expresar y que ahora me esta matando.
