En El Ruedo de Las
Tempestades...
Miro por la ventana y observo el reloj del tiempo, manoseando, a esos seres diminutos que circulan sin ser ellos mismos, in encontrados, descarriados, cruzando calles que no llevan a ninguna parte
ansiosos por dar una razón, un juicio a su subsistencia in albis.
Paseo mi retiro por las arterias de una metrópoli preñada de soledades
con el anhelo espiritual no satisfecho, me siento en el banco de los interrogantes.
Comienzo un nuevo año. ¿Turno de reflexión, cambios, metas
?
Salgo del sepelio
esta noche he velado al mundo, percibo lo poco que conozco socialmente, la postrera temporada y me autodesengaño. ¿Dónde fue la felicidad prometida?
Aquí me tenéis, con unos grados febriles, intentando sobrellevar la tos que se desata cada vez que respiro, me ahogo en ansiedades. ¿Cuántos han pisado el mismo suelo a través de los siglos? Guerreros de oficina tecleando ametralladoras, disparando pos-its, ocho horas de bombardeo en la trinchera. Hoy ya no pienso en revoluciones
la edad me ha vulnerabilizado y acobardado
protege mis datos en temores
debilucho y enfermo, recuerdo poco, pues la memoria se desvanece con los años, y por supuesto por los sueños, sí, hay episodios de mi vida que no sé realmente si fueron vividos por mi o por mis sueños
¿O quizá por ti?, bien aquí entraríamos en aquello de qué es ciertamente sueño y qué realidad. Lavar lana en el río no fue fantasía
sino labor de infancia, en un pueblo Catalán
perseguido por la dictadura y el fascismo
creo que este boceto, bosquejo que pensé dejar así, ahora resulta algo menos inconcluso
- 2007-