Falsa agonía, de un despertar rotundo
Atraviesa mareada por la esbelta de ella
Se la ve Desbordando un aire...
Se me derrite de miedo por haberme dado cuenta
Te ensuciaste a esa enfermedad por temor
Y te endulzaste de esa sinceridad de traición
Corres detrás de ella, cegada, sin poder apostar
Y una crueldad se te asienta en el camino al llegar
Te entregaste aliviada, sin compromiso te devoro
Y En mareas altas aúllas hacia el que contamino
Gimes desvalorizada, en un recuerdo que aun no murió
Y Que persiste en seguir espantándonos.
Miro despacio, como pasan unas hojas del otoño
Trituradas en delirios fríos, tumbados en esperanzas
Me haría falta barrerlos hacia la orilla de ese vacio
Y reflexionar el por qué se han secado y abandonado
Ahora voy lidiando en no pisar estas secuelas
Así se dispersan solas y sin poemas de cenizas.