Maldito Subconsciente.
Ir por la calle, ver un parque y recordar que ese es el parque donde te había prometido ir con el perro algún día. Ese parque por el que tantas y tantas veces habías pasado y ilusionada decías: "Enano, llévame ahí" y él con una sonrisa dulce, te miraba y te decía que cualquier día iríamos.
Ir a un bar y sentarte con la Coca Cola enfrente, sintiéndote tranquila y pensando al mismo tiempo cuantas veces habrás estado charlando y riéndote con esa persona en ese sitio hace tan solo unos meses. Esas paredes del bar que tantas conversaciones han presenciado; conversaciones absurdas, conversaciones de ligoteo, conversaciones serias, conversaciones de enfadados y conversaciones de enamorados.
Estar cocinando en casa y sentir que de un momento a otro esa persona te tocará el timbre y te dirá: "buenos días cariño, que me has cocinado?". Recordar tu sensación de felicidad al levantarte de la cama corriendo para hacer una comida romántica y llena de ilusión deseando que llegue la hora.
Estar en la cama tirada, con música, escuchar cualquier letra en cualquier momento de cualquier instante y recordar, aquellas mañanas, noches y mediodías. Esos momentos íntimos y perfectos a la vez. Momentos sin compartir con nadie mas que con esa persona, momentos que solo los conocen dos personas; él y yo. Esos momentos de euforia, perderte en las sábanas y después abrazar. Esas mañanas de abrir los ojos y ver la cara al lado derecho, esa cara de niño con el ceño fruncido.
Todos esos momentos y mil más que todos terminan igual: "Subconsciente, basta, cállate ya, muy bien, poco a poco...así. Bien, tranquilidad."
