Un día, una pareja de adolescentes que tenían una relación sólida y bonita, decidieron colocar una hermosa rosa roja seca colgada de la lamparita de noche de la niña. Esa rosa significaba amor, el amor que solía transmitir ese cuarto, en esa cama.
Pasaron los dias, los meses y sin darse cuenta, pasó un año, 365 dias.
En uno de tantos dias, la niña le dijo al niño de sus ojos:
- El día que se caiga ya no quedará nada.
- ...¿Y si se cae?
- No te preocupes,cuando se caiga, la cogeré y la volveré a colocar de nuevo, todas las veces que haga falta.
- ¿Y si se pierde?
- Eso no pasará, nunca se perderá.
Esa rosa, roja. Esa rosa que todavía sigue encima de la cama de la niña, esa niña que todas las noches al tumbarse en la cama la observa y la mira, tranquila, sabiendo que todo está bien, que esa flor todavía sigue en su sitio. Sigue donde tiene que estar, siempre.