El tiempo que me toma abrir y cerrar los ojos
Y de repente, me enamore de ella
No se desde cuando empecé a extrañarla
Ni hace cuanto quiero tenerla.
Sueño con su rostro cada noche
Imagino su voz cada mañana
Siento en mi mano cada roce
Que hace la suya al tocarla.
Sueño que la beso y me despierto
No sé si llorar o sentirme feliz
No sé si rogar al que mira atento
O suplicar piedad a la emperatriz.
Hablando con ella imagino su rostro
Casi prohibido, que no puedo ver
Despierta mi enojo todos esos celos
De aquellos que comparten su mismo quehacer.
No sé porque la quiero,
Pero no lo puedo evitar
Sentir que la espera es mi entierro
Y que solo su ausencia me puede matar.
Trae una pala, y acude a mí
Búscame también en tus sueños
Juro que estaré allí.
Mira a la noche ese cielo
Y si se oscurece sin razón
Seré yo que desde mi suelo
Este llamando a tu corazón
