Días
Hay días en que la imagen se acomoda como invirtiendo el binocular
Así es como se ve, pequeño, bajito y con la certeza de maltratar sin motivo la realidad visual. Pero hay otros peores. Siempre partiendo el sueño, las manos debajo de la almohada se inflaman sólo en sensación y cualquier objeto tocado sufre el mismo impacto. Cuerpo, cama, cigarros, paredes
Un gran Zeppelin
Precisamente en eso se metaboliza el mundo
Un Michelin que pide con boquita de pez, la solidaridad de algún cristiano que afloje con el inflador.