Filtrándome hasta tus huesos con mi condena,
hasta los mismos versos que me envenenan,
siempre son las mismas palabras las que me ciegan,
aunque piense serena, la vida me lleva.
Me lleva a rincones con cadenas,
me enseñas las nubes, esquinas esveltas
puedo ver el cielo aunque este a ciegas,
las sombras yo las veo con luces de pega.
Son artificiosas pero me alumbran
en tus ojos se acurrucan
da igual si no estas seguro,
yo me lleno de amabilidad,
me desbordo de seguridad.
Te explico que aunque mis llantos desconciertan
cuarenta miradas apagan la llama
yo estoy segura mientras estés en las ramas
donde se encuentra la santa,
llevame a sitios ligeros,
lugares con almohadas,
con colchones y cañas,
para poder prolongarla,
esperando que siga esta noche de picas y espejos
de amuletos junto a tu reflejo.
Esperando no perderte el respeto,
pidiendo a gritos que no te quedes con los restos,
encuentra lo que siempre soñaste con descubrir
descubre un tesoro que no puedes reprimir.
