Nada se paró aunque el tiempo parecia detenido
aprender unas cuantas cosas a veces no da tregua
el banco era el de siempre, y la gente parecia no cambiar
pero las caras eran distintas, los ojos miraban a un punto
que ya no se difuminaba que se volvía más cercano.
Enganchó el aire para darle un vuelco, quería decirle
porque no ser más reposado
quería estar ahí.
Quería creer en las palabras, en las lineas de nuevo.
Una voz le dijo que aún podía, que siempre existía un minuto para eso.
Lo más bonito de ese momento, ni siquiera lo veía
se había quedado ciego, para mirarse así mismo.
¿Pero porque no hoy una sonrisa? Para tí, que siempre me la pides.
¿Porque no mostrarte mi reflejo? Cuando tú, como amigo, viniste corriendo a recordarme que había perdido el peso de algo, de un espejo.
¿Porque no escribirte algo? Tú, que me enseñas que se puede escribir algo nuevo cada día, en la más absoluta y querida soledad.
Andando, a tu lado, espero no perderlo nunca.
Escucharte fue un recuerdo de mí, una mano que te levanta, un creo en tí. Y sé que lo puedes hacer mejor, nunca lo olvides.
El desafio más grande es aquel que se presenta envuelto en el ruido de el jaleo más estrepitoso, y no se toma. Porque no te hace falta.
Porque tu silencio tranquilo llama al sol en el día más gris.
Da lo mismo cuantas veces más la lluvia empapa algo que sacudirá su cabeza.
La calle es la de siempre, en Fullham Road, el café, donde siempre, las oportunidades estarán en una esquina, para el que permanezca el tiempo suficiente ahí, mientras la lluvia cae, desafiandote con un "be strong" que se ha reido antes.
Siempre hay un minuto para el que se rebela contra una equivocación, porque aún queda tiempo.
¿Tiempo?
El tiempo es lo que nos recuerda que es el aquí y ahora. No mañana. Y el ayer se perdió.
Un minuto para dedicarle al tiempo la única oportunidad que existe, la de este segundo.
"A minute to devote to the time the just only one opportunity that is there, this second"
