Negro, gris y tus ojos verdes.
Escuchaba la caída de cada gota mezcladas con el ruido de las cuerdas al bajarlo.
Su madera era brillante y tenía una cruz en el centro.
Yo te miraba, sin poder conte...
Nadie podía detenernos, las bicicletas impulsadas por nuestros pies desnudos corrían a gran
velocidad. Esquivábamos cada árbol pequeño y grande, cada piedra, cada caracol...
Pero ahora ya no estas, ...