Cap de Creus
El inicio de una fina lluvia golpea los cristales del coche cuando la carretera acaba repentinamente al filo del acantilado. El mar, que bate con violencia su base, se extiende hasta el horizonte dejando al descubierto la redondez del planeta.
Paco es el primero en salir. Con sus 10 años recién cumplidos, es casi un milagro que este niño hiperactivo haya aguantado la hora larga de carretera virada, que conduce al faro del Cap de Creus. Estamos en el extremo más oriental de la península. Es un terreno abrupto, de rocas horadadas y vegetación rasa debido a la tramontana, ese viento del norte, que por suerte hoy no sopla.
Detrás de él, Helena, su canguro, le sigue con ánimo protector.
Helena, amante del trash metal, con su chupa de cuero, minifalda tejana, y medias de rejilla, actúa como una madre amorosa.
- ¡Cuidado! Está mojado y puedes resbalar.
Pero Paco, ya salta de roca en roca buscando un camino inexistente al mar.
Mientras tanto, permanezco en el coche dudando que óptica montar en la cámara.
Se que en el exterior no podré cambiarla debido a la lluvia. Finalmente me decido por un zoom 24-70 mm., con el que espero abarcar desde el amplio paisaje hasta el detalle de las minúsculas flores que despuntan en el inicio de esta primavera.
Salgo del coche, el aire marino inunda mis pulmones. Me pongo la capucha de la sudadera, e intento proteger la cámara con ella mientras observo a mi alrededor.
¡Hazme fotos a mí! grita Paco sin dejar de brincar unas decenas de metros mas abajo.
¡Vuelve!- le ordena Helena, cuya silueta se recorta en el aire a medio camino entre los dos. Paco no obedece y sigue bajando por los peñascos.
Me desentiendo de ellos, y empiezo a buscar panorámicas intentando evitar cualquier elemento que recuerde la civilización. No quiero personas ni coches en mis fotos, ni tan siquiera el faro, solo naturaleza. Empiezo un recorrido de 180 grados, de sur a norte, roca y mar, roca y mar es lo que quiero. En la última toma, ya apuntando al norte, siento la lluvia en mi cara. Al visionar la foto, me percato de que un par de gotas se han depositado en el cristal de la lente, y actúan como un filtro difuminando parte de la imagen. La seco con un pañuelo de papel, y me agacho para empezar con el detalle de las pequeñas flores. Las hay blancas, amarillas, violetas, de distintas formas y tamaños. Acabo arrodillándome para buscar mejores ángulos. No sé cuanto tiempo ha pasado cuando me levanto, la espalda bastante húmeda y el pantalón embarrado.
No veo a Helena ni a Paco.
¿Donde coño se han metido? Me pregunto. En ese momento me llega la voz de Helena.
¡Paco! ¡Paco dónde estás!
Orientándome por los gritos voy bajando hasta descubrir a Helena en un desfiladero.
¿Qué pasó?- pregunto
Baja. He perdido a Paco.
Desciendo lentamente, la cámara en una mano, con la otra me apoyo en las rocas por miedo a caerme. Cuando estoy a punto de llegar a la altura de Helena aparece Paco sonriente.
¡Hazme fotos a mí! ¡Hazme fotos a mí!
Apunto con la cámara y saco una instantánea.
¿A ver? ¡Enséñamela!
Le muestro la foto. La lluvia empieza a arreciar.
Volvamos al coche antes de que nos empapemos digo.
Espera Paco dice Helena, mientras se quita la cazadora quedándose con una camiseta blanca de fino algodón Toma, cúbrete el coco con esto y no te mojes.
Paco agarra el cuero con las dos manos, se lo pone en forma de toldo sobre la cabeza, y sale disparado hacia arriba.
Nosotros subimos más lentos, la lluvia cala rápidamente el algodón de la camiseta de Helena. Cuando llegamos al coche está empapada, Sus senos se marcan redondos como el horizonte; y sus pezones duros como las rocas, apuntan desafiantes al cielo.
Es otro bello paisaje, pienso, mientras arranco el coche y me dispongo a volver.
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Agora
que buen relato!
paso contigo por Cap de Creus! perfecto!
saludos
23/06/11 07:06
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Leib26
Muchas gracias
Me alegro que te guste.
Tenemos algún amigo en común
23/06/11 07:06
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Agora
¿si...? soy todo lectura... a ver si lo adivino!
como sea fotógrafo encima hay mas de uno!... no se...
23/06/11 07:06
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Leib26
No. No es fotógrafo, aunque cuando lo conocí hace ahora unos 15 años tenía algo que ver con la fotografía
23/06/11 07:06
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Laredaccion
Los paisajes bellos abundan por la penísula ibérica, las mujeres bonitas también. Seguro que la redendez del horizonte y la del contorno de Helena fueron motivos suficientes para hacer la excursión inolvidable...
Bienvenido al foro, espero tu segundo relato.
Esteban.
23/06/11 10:06
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Leib26
Gracias Esteban.
Dame un poco de tiempo...
23/06/11 11:06
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Asun
Estupendo relato, se puede sentir la lluvia cuando lo lees.
Te seguiré.
Saludos.
24/06/11 01:06
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Antares
un relato anecdotario, mi querido leib, supongo adivinar esas letras me parecen familiares, esperaba pilatunas de Paco pero veo que te saliste con una mejor e inesperada, le dio un giro al relato y sensualisimo final.
un beso de Atala
24/06/11 09:06
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Leib26
Gracias a las 2 Asun y Atala
un beso.
24/06/11 07:06
