El sueño de muchos hombres: una amiga con derechos... y pues que gusto poder encontrarte a una chica guapa, dulce, inteligente, divertida, y que está dispuesta a salir contigo sin comprometerse a nada...
Ahora vivo ese sueño, pero antes de hacer este pacto silencioso hice algo malo, algo de lo que me doy cuenta no debí haber hecho...
Perdóname por arruinar cada beso que nos hemos dado, perdóname por arruinar las caricias, las palabras, los juegos... porque esta relación que me has pedido la manche con el amor que siento por ti... y si... lo acepto, te amo.
Tal vez para ti puedo ser un juego, y te guste pasar el rato conmigo, y te guste que te mime... pero te amaba desde antes, y me conformé con una relación sin etiquetas, con el mero fin de divertirnos... pero ahora me doy cuenta que si juegas conmigo no hay problema: diviértete, pero no estoy dispuesto a jugar contigo, porque es burlarme de lo más bello que he sentido...
Por eso, adiós amor... renunció a mis derechos... no estoy dispuesto a ser un patán contigo...
Alguien... por favor... ayúdeme...
Lindo recordatorio del error más común de la historia.