Tristeza, lo llenas todo con tu aroma de solead frágil, dulce,
Embriagas todo lo que tocas, ¿acaso nadie está libre tus afectos?
Compañera fiel de llantos y quebrantos.
Túnel por el que todos, ricos o pobres, aun los más poderosos no se pueden negar a pasar.
Tristeza, vienes con lágrimas y con desconsuelo, ¡vida cruel!, grita el enamorado que no puede tener en los brazos a su amada
¡Que dolor!, grita la mujer abandonada .
Siglos y siglos y tú sigues inmóvil, inquebrantable. Ni el más dulce ni el más fuerte pueden ganarte a ti
Buenos días Tristeza. Dice por ahí una bella canción. El bien y el mal unidos. La vida y la muerte, el ser y el no ser. Y así es la vida. Quien no sepa de tristezas, es que no ha vivido Leonora.
Es un texto precioso.
Me lo guardo.