Jorge
Si me encuentro con la soledad, me aferraré a ella; como parte de un exigente lenguaje. Al margen de sus palabras me dejaré aconsejar, pues, no pocas veces el corazón se rinde a la sombra de su aliento, en meditabundo reposo, aunque la desesperación juegue a alargar el tiempo de los sentimientos hondos y malheridos.
Volveré la vista al lugar de donde partieron sus medidos pasos y con tal confianza encenderé la luz que entre sombras descubrirá tu silueta, después tu rostro, y entonces me colocaré de escudo el triunfo de tu nombre Amada Mía.
Un Cordial Saludo Leonora
06/02/12 10:02