Para la soledad no hay antídoto,
no por eso es momento errático ,
más bien puede ser espacio sólido
que rija un momento enérgico.
La soledad puede ser mística
de reflexión céntrica ,
que en práctica
nos permite ser utópicos
si nuestra vida se visa apática.
La soledad es compañera que magnífica
el momento heráldico
donde nos comprendemos críticos
intentando buscar ser armónicos,
cuando trémulos
descubrimos que somos fatídicos.
La soledad es simplemente catártica
y hace que el tiempo sea efímero,
dando a nuestra existencia la simétrica
que nos permita ver nuestra vida histórica
para no caer jamás en momentos abismáticos.
Por eso la soledad es buen antídoto
ante nuestra existencia tétrica
y puede ejercer como un antibiótico
que sane nuestra alma patética
en las horas de encontrar nuestra esencia idílica.
Leonardo Belloc Aguilar Poeta típico en momentos fantásticos cuando los versos son póstumas de realidades lúgubres, caóticas o magnificas.