Subió el volumen de la música. Jazz. Tenía el maquillaje corrido,y el tirante del elegante vestido rojo que llevaba, caído. Una copa de whisky en la mano, y a cada trago lo comprendía menos todo.
El whisky iba desapareciendo al igual que se desvanecían su felicidad y entusiasmo. Pensó que sería diferente pero... de nuevo se equivocó, y eso le dolía. Se sentía vacía, aquella noche estaba completamente sola... el fuego de la chimenea seguía ardiendo y ella sentía como si el fuego la quemaba a ella, recordó los momentos en los que estaba sonriendo y su mirada color coñac se empañó de lágrimas...
y es que ese vestido se lo había regalado él...