Despierto y el techo de nuevo me sonríe siniestramente, el silencio me hace sentir como el tiempo traspasa mi cuerpo y se retira. La habitación bañada por la luz del sol, le abre la puerta a la nostalgia, parece imposible pensar que comenzó otro día.

Me levanto, salgo afuera para ver de nuevo lo mismo, un cielo celeste y las nubes blancas intentando suicidarse, el sol fijándose en mí como un padre enojado, las sombras le murmullan al viento y le pregunta; ¿Cuándo será el fin de todo esto?

Las personas se arrastran y con rabia vomitan su sabia en sus crías, le dan de beber sus lágrimas y regurgitan sus creencias para alimentarlos. La morbosidad llego a su límite, los lamentos hacía el Dios muerto por suicidio, dan marcha al ciclo demencial.

Finaliza el día con una noche clara, con un tono azul oscuro, el cuerpo de la luna aún sigue ahí muerto sangrando oscuridad y las estrellas como ojos posando sin querer decir nada. Mi cuerpo se despide de las personas, para reposar en la habitación que mañana me sonreirá siniestramente y me ara sentir como el tiempo se va de mis manos como arena, hasta caer en el silencio eterno que responderá a esta pregunta: “¿Amén o Amen?”

Seguir AutorRecomendar Texto Agregar a Favoritos

1 Comentarios

• 

  Superandoloimposible

  Una forma siniestra de ver un paisaje que naturalmente es alegre, el sol, las nubes balncas... Tu le has dado tu peraonalidad a esas imágenes. Y todi el recorrido tan solo lleva a una pregunta... Que tiene dificil respuesta. Un beso, me ha gustado.

  14/06/14 07:06