Ya no importa cada noche que espere,
cada calle o laberinto que crucé,
porque el cielo ha conspirado en mi favor,
y a un segundo de rendirme te encontré...
El pasado es un mal sueño que acabo,
un incendio que en tus brazos se apago.
Cuando estaba a medio paso de caer,
mis silencios se encontraron con tu voz.
Creo en ti...
Y en este amor que me ha vuelto indestructible, que detuvo mi caída libre...
Creo en ti...
Y mi dolor se quedo kilómetros atrás, y mis fantasmas hoy por fin están en paz...