Eres el punto de mi firmamento,
lucero incontrolable del cielo,
estrella fugaz de soles eternos.
Tus ojos miran el suelo y
yo acá miro tu cuerpo.
Miel dulce de colmena maternal,
con aromas de pastos de verde
pasar.
Estas alumbrada por las lunas
de Neptuno, y en mis ojos
se ve el brillo de los tuyos.
Recuéstate en mi pecho, hablemos
de tus cielos y de mis infiernos
miremos las praderas , desiertos y
océanos , sintamos el aire en nuestras
carnes.
Vivamos el tiempo, no perdonemos
el pasado ni el mañana, juzguemos
el hoy , el ahora y el siempre
no le demos lugar al hasta luego.