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Capitulo 1:giselle

-“Yo no odio a nadie”-un pensamiento fugaz que paso sobre una borrosa imagen, como las escenas de una vieja película que mostraba a un grupo de niños rodeando a alguien en particular a quien miraban con ojos llenos de desprecio y esas sonrisas plagadas de burlas-“Yo no culpo a nadie”-algunos susurros los acompañaban junto a sus insoportables risas que sonaban como un eco interminable-“Pero yo….”-de pronto uno de ellos levanto su despreciable dedo índice y la apunto con el diciendo un par de palabras-“Yo en realidad mentí…”

-Giselle!-una voz aguda la llamo. Ella estaba sentada con los codos sobre el pupitre y sus mejillas descansando encima de sus manos- Giselle!-la llamo de nuevo al ver que esta se encontraba totalmente perdida entre sus pensamientos y no respondía-Giselle…¿me estas escuchando?- se acercó con su realmente corta pollera revoloteando al ritmo de sus pasos impacientes- Vámonos ya- exigió pero aun continuaba sin recibir respuesta, entonces puso una cara resignada y se acercó a su oído donde le susurro-Giselle…va-mo-nos!-ella hiso un gesto como si se hubiera despertado de algún tipo de trance y lentamente giro su cabeza junto con su cabello castaño que se movía alrededor de esos claros ojos marrones con los que la miro para responderle-Vamos?

-Dios! Es lo que te estoy diciendo desde hace rato…pero no me escuchabas!

-Mmm…

-Dime…¿en que andas pensando que estabas tan distraída?-pregunto la muchacha de piel morena y cabello negro mientras caminaba junto a ella-

Giselle miro a su alrededor como si buscara la respuesta entre los arboles y luego tomo su también corta pollera para girarse hacia ella y responderle:

-Solo pensaba que…somos realmente afortunados!

-¿Afortunados?

-Si-dijo sonriendo-Lizet…no te parece que el uniforme de nuestro colegio es el mejor?

-Mmm…-dudo por un instante-el negro y el blanco es una buena combinación de colores pero…no creo que este uniforme merezca llamarse lindo en verdad…

-Claro que si! Somos muy afortunados ¿sabes? En otros colegios no dejan usar las faldas al largo que tu quieras además los modelos de las polleras y las camisas los puedes escoger tu mientras sean de los colores obligatorios. Medias hasta las rodillas o hasta los muslos, camisas muy ajustadas o demasiado sueltas, faldas cortas o largas y poder llevar el cabello como tu quieras, realmente somos afortunados!-decía mientras daba vueltas como si fuera una niña pequeña-

-Quizá tienes razón! Bueno tampoco es como si pudiéramos elegir ya que este es el único colegio en el pueblo…

-Pero Lizet…-entonces se giro hacia ella y con una gran sonrisa dijo:- yo amo este pueblo y también amo nuestro colegio Lizet!...

Lizet dejo salir una expresión de sorpresa pero casi al instante le sonrió.

-Si Giselle…yo también…

Fue una rápida conversación que se perdió entre otras palabras mientras caminaban junto al caliente y sofocante viento de la tarde que despeinaba su cabello obligándolas a acomodárselo una y otra vez.
-Esto si que es molesto!-replico Lizet- odio este maldito viento!

-¿Quieres ir a mi casa?-pregunto Giselle-

-¿A tu casa? Mmm pero…

-Esta bien…de todas formas salimos muy temprano del colegio asi que podemos estar toda la tarde en mi casa ¿Qué te parece?

-Emm pues si la verdad es muy temprano para ir a mi casa así que esta bien…

-Entonces compremos algo para comer…y deberíamos apurarnos por que ya casi son las cuatro de la tarde al menos podremos ver un capitulo de la telenovela…¿sabes? La ultima vez que la vi fue cuando ese que había desaparecido en el accidente…-Giselle continuo hablando y hablando sin saber que sus palabras cada vez tenían menos volumen en los oídos de Lizet. Mientras ella fingía escucharla miraba su infaltable sonrisa junto a sus gestos inocentes, un rostro alegre y un tono de voz entusiasta, una niña realmente hermosa, tan distinta a esa vez, ese día en el que se hicieron amigas cuando la vio de esa manera tan lamentable, lo estaba recordando con solo mirarla, una imagen vino a su mente, el recuerdo de una noche de lluvia, una niña estaba parada delante de ella con su vestido turquesa empapado, su peinado todo desordenado mientras la lluvia caía corriendo su maquillaje, ese color negro escurriéndose desde sus ojos parecían lagrimas, pero nadie llora lagrimas negras ¿o si?, parecía una princesa, una a la que olvidaron llevar en el carruaje y solo quedo esperando lo que nunca llegaría en las puertas del gran baile. Lo único que podía hacer ante semejante escena era mirarla atónita y esperar a que se le salieran lagrimas verdaderas pero esta princesa no lloro, no se victimizo, solo sonrió de la manera mas amable posible aunque eso solo la hizo parecer mas aterradora debajo de la obscuridad de la noche pero…”Giselle ¿Por qué no lloras? ¿Por qué sonríes? Estas de esa forma tan deprimente y un así ¿Por qué? Giselle…”

-¿Lizet?-la llamo al verla tan distraída poniendo un rostro preocupado-¿Te pasa algo?

“No, no pongas esa cara…yo no quiero verla nunca mas” penso-Nada…solo me distraje recordando los capítulos de la telenovela-respondió tranquilamente-
Giselle sonrió y las dos solo dejaron perder sus pasos sobre las baldosas de la plaza mientras caminaban y charlaban sobre temas triviales.

-Chicas! –dos voces sonaron a coro y pronto las alcanzaron, dos muchacha vistiendo de la misma manera que ellas se acercaron saludándolas amablemente, una era pequeña en altura con una cara muy bonita y el cabello corto, la otra era alta con el uniforme de secundaria realmente ajustado y su cabello largo cayendo por sobre sus hombros en un intento fallido de acomodarlo en una coleta. Ana y María eran sus nombres, María las más pequeña pero solo físicamente por que era mayor que las demás con sus dieciséis años cumplidos y Ana las mas alta de uniforme provocador con quince años de edad y aparentado de mas por su cuerpo rápidamente desarrollado.

-Se fueron antes que nosotras ¿Por qué nos dejaron atrás?-pregunto María en tono de reproche-

-Ha pensé que ustedes ya se habían ido a casa-respondió Giselle, entonces María se volteo a hacia ella con intención de decirle algo pero se detuvo cuando vio su despreocupada sonrisa que la sumergió en un recuerdo, el sonido del agua impactando contra un frágil cuerpo hiso eco en su memoria y debajo de la empapada imagen de una niña de vestido turquesa se escondía esa misma sonrisa resignada… ¿Por qué sonreía? Si estaba rodeada de personas que se reían de ella mientras una cubeta con agua voló y la empapo “Giselle ¿Por qué no lloras? A ti te hicieron eso y aun así ¿Por qué no lloras? Giselle”

-Estamos yendo a mi casa a ver la telenovela ¿vienen?-pregunto sacándola bruscamente de sus pensamientos-

-Claro!-respondió entusiasmada-

Ana caminaba a un ritmo coqueto mientras llamaba la atención de cuanto muchacho se le cruzara, Lizet, Giselle y María en cambio caminaban de la manera mas perezosa cansadas por el intenso calor.

-Cualquiera diría que este pueblo esta maldito…dime ¿en que otro lugar hace tanto calor? Además es como si esta temperatura durara todo el año por que ¿Cuánto dura el invierno aquí? Dos semanas cuando mucho…que clima mas extraño e insoportable…-decía Lizet-

De pronto el molesto viento cambio a una manera mas suave y hasta mas refrescante trayendo algo de alivio a las adolescentes acaloradas mientras se acercaban a casa de Giselle cuando ella se detuvo dejando avanzar a las demás unos cuantos pasos mas adelante. Entonces Ana volteo a verla tratando de decir “¿Qué pasa? ¿Por qué te detienes? “pero…el rostro de Giselle, esa carita tan inocente estaba haciendo un gesto de distracción como si estuviera perdida en lo que sea que se detuvo a ver, con el viento haciendo bailar ese largo cabello castaño que tenia y sus labios levemente separados mientras sus redondas mejillas brillaban por la luz del intenso sol observaba algo con interés, al ver esa escena tan tranquilizante de esa niña dueña de la sonrisa que la perturbo tanto esa noche de lluvia cuando se sentía mas miserable que nadie y al verla salir corriendo del salón totalmente empapada supo que realmente había alguien que esa noche era mas miserable que ella pero…no, no era así por que esa niña de vestido turquesa se detuvo debajo de la lluvia y entrego su cara para que esta la mojara y le corriera todo el maquillaje haciendo que por sus mejillas se escurrieran lagrimas negras, no lloro una sola verdadera, simplemente era el agua que se paseaba por su rostro ¿Por qué lo supo? Porque era imposible que alguien con una sonrisa tan viva reflejándose en sus labios pudiera estar triste a pesar de la lamentable manera en que se la veía “Si estas de ese modo tan miserable dime Giselle por que…¿Por qué no lloras? ¿Por qué Giselle?”

-Giselle, Ana ¿Qué hacen?-dijeron las demás atrayendo su atención y haciéndolas volver a su lado-

-Dime que estabas mirando?-pregunto Lizet-

-Esa casa-respondió Giselle apuntando hacia una hermosa casa de jardines grandes, rejas negras de dos plantas y techos con terminaciones en punta como los de un castillo-es hermosa ¿ no crees?

-Ha esa casa! Si, si lo es pero… ¿Quién vive ahí?

-Ahora que lo pienso desde que me mude a este barrio siempre ha estado abandonada…y Claudia me dijo que tampoco había vivido nadie ahí antes así que la verdad no tengo ni la mas mínima idea…

-¿de verdad? Mmm bueno solo debe ser una casa de esos empresarios que vienen a comprar tierras por estos lados…ya sabes como son hacen grandes mansiones pero al final terminan sin usarlas…que desperdicio…

-Pero esta casa…es realmente hermosa ¡me encanta! Es tan mágica…

-¿Mágica?-dudo Lizet mientras la observaba-pues si es bastante bonita-

-¿Ves?-hecho en cara Giselle y se volteo para mostrarle su característica sonrisa, en eso el viento volvió a soplar violentamente agitando sus cortas faldas y desordenando sus cabellos, de pronto el aire se puso pesado, tan pesado y caliente como si estuvieran en el interior de un horno.

-Por eso odio el clima de este maldito pueblo es tan…-dijo Lizet mientras la perdida mirada de Giselle siguió a un par de camiones que se estacionaron delante de la casa que estaba admirando hace un instante-¿Qué es…?-estos eran blancos y abrieron sus compuertas para comenzar a bajar un montón de muebles finos y demás cosas que parecían realmente caras.

-¿Qué es?¿una mudanza?-pregunto María-

-Parece que si-respondió Giselle casi murmurando y luego se giro hacia la gran casa en donde poso sus ojos mientras sus mejillas tomaban un leve color rojizo y sus labios se arquearon en una alegre y algo picara sonrisa diciendo-tendré nuevos vecinos…
Lucy18 de marzo de 2012

4 Comentarios

  • Davidlg

    Si te digo que está muy bonito y que escribes precioso y que me ha gustado mucho... de nada te va a servir, ¿cierto? Mejor soy honesto, y te pido disculpas si en algo te ofendo.

    La historia es realmente buena, al menos en mi opinión y es que tengo la impresión de que vas a conducirla como una novela de misterio, rayando en lo sobrenatural. Bueno si eso es cierto, te comento sobre lo que he leído de estas historias. Un profesor de literatura de la UNAM, (amigo mío) me comentó cuando escribía mi primer historia: El misterio requiere de precisión milimétrica para no confundir al lector. Se debe dar una imagen clara de la personalidad de cada personaje para ubicar la atmósfera en que se va a desarrollar, y es mejor si no tienes la necesidad de describirla; las palabras de los diálogos pueden, por sí solas, describir al personaje. Y así lo noté cuando mencionaste a Ana, en su forma de caminar; sin embargo, me quedaron dudas sobre la personalidad de Lizet, quien supongo va a ser un personaje trascendental en la historia ( la mejor amiga de Giselle).

    Por otra parte, tal vez no soy un lector muy ávido, pero te confieso que me perdí un poco en los cambios entre diálogos y pensamientos. yo sé que este espacio está muy limitado en cuanto a la presentación de los textos se refiere; sin embargo, cuando Lizet y Giselle caminaban solas, colocaste una oración entre comillas:

    -¿Lizet?-la llamo al verla tan distraída poniendo un rostro preocupado-¿Te pasa algo?
    “No, no pongas esa cara…yo no quiero verla nunca mas”-Nada…solo me distraje recordando los capítulos de la telenovela-respondió tranquilamente- Giselle sonrió y las dos solo dejaron perder sus pasos sobre las baldosas de la plaza mientras caminaban y charlaban sobre temas triviales.

    ¿La oración entre comillas sólo es por el recuerdo o Giselle volvió a poner la misma cara?
    María y Lizet presenciaron el mismo suceso de Giselle, pero: ¿las impactó de la misma manera?

    Me parece muy buena idea, y me gustó que mencionas la situación del pueblo, que al parecer es de mucha importancia, junto con los cambios de clima al momento de arribar al final del capitulo. Por cierto la manera en que terminaste el capitulo me recordó al libro de IT de Sthepen King. Saludos y disculpa si abusé de tu espacio, es sólo que creo que tu novela tiene mucho futuro y quise aportar algo más aparte de mis mejores deseos. ciao!

    18/03/12 05:03

  • Lucy

    Muchas graciiias por tu opinion...la verdad me sirve de mucho :) sii lo cierto es que no sabia como separar los pensamientos de los personajes con los dialogos sin estar usando a cada rato la palabra "penso" asi que lo puse entre comillas, claro puede confundir mucho y me estoy dando cuenta recien....jejeje
    pero bueno muchas gracias por tu comentario...saludos :)

    18/03/12 02:03

  • Jovenpodros

    Estaba yo pensando, que es interesante.
    Saludos :)

    20/03/12 12:03

  • Lucy

    Gracias...:)

    24/03/12 11:03

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