�Desde que puse un pie en este pueblo��el fuerte y caliente viento lo impacto al mismo instante en que bajo del auto negro y de vidrios polarizados.

-Valla clima mas despreciable-murmuro mientras posaba sus ojos sobre la que seria su nueva casa-

�Desde que sent� ese aire tan pesado y caliente que se respiraba en este lugar�� Casi al instante de dar un recorrido completo con la vista a los inmensos jardines poso sus ojos sobre un grupo de muchachas que parec�an estar en medio de una conversaci�n al mismo tiempo en que observaban sin disimulo los camiones de la mudanza, entonces intensifico su mirada sobre una ni�a de cabello casta�o... �desde que vi esa sonrisa llena de malicia aparentando ser amabilidad�me pregunte si las personas que estaban a su alrededor eran est�pidas o realmente no se daban cuenta de la falsedad que hab�a detr�s de ella��

-Giselle. Giselle-llamo Mar�a a su amiga-Ya casi son las cuatro �la novela, la novela!-apuro mientras la jalaba, entonces ella la sigui� pero antes se giro para darle un ultimo vistazo a la gran casa cuando vio a un muchacho con las manos despreocupadamente puestas en los bolsillos y su cabello casi rojizo bailando al ritmo acelerado del viento mientras observaba la misma casa que tanto le gustaba, parado en el mismo sitio en donde ella estaba antes. No pudo ver su rostro ni tampoco la expresi�n que llevaba en el, pero por alguna raz�n asumi� que no estaba feliz.

El muchacho volteo levemente a verla sin que ella se diera cuenta y en sus claros ojos grises se reflejaba su imagen corriendo detr�s de sus amigas �o tal vez no se daban cuenta de su falsedad por que aqu� nadie es en verdad real�� de esta manera con esta simple escena el chico dejo ir su ultimo pensamiento antes de alzar la mirada al cielo y dejar salir un suspiro disconforme.

Entonces ese dia lo dejaron ir como dejar�an ir cualquier otro junto con las palabras, pensamientos y acciones que hicieron y que para ellos eran triviales, esa noche paso y al d�a siguiente recibieron a la radiante ma�ana para perderse en sus rutinas de ciempre. Giselle estaba sentada junto a Lizet mientras que Ana parec�a estar teniendo una charla con mas de la mitad de sus compa�eras.

-Y entonces en eso quedo la novela-concluyo Ana con su relato mientras una bandada de chicas la rodeaban con caras sorprendidas-

-�As� quedo? Que envidia ustedes pudieron ver la telenovela y nosotras nos quedamos despu�s de clases por que la profesora nos pidi� ayuda con los libros pero-la mirada de esta ni�a que hablo se intensifico en Ana con un gesto enfurecido grito-�Ese era su trabajo malditas p**** �C�mo se les ocurre irse de esa manera y dejarnos?-luego cambio a una mirada melanc�lica-yo ya tenia todo listo, compre chocolates y jugo para comer mientras ve�a la telenovela en mi habitaci�n sin nadie que moleste ya que mis padres no est�n, pero cuando estaba saliendo del aula me atrapo la profesora diciendo que tu le hab�as dicho que yo quer�a llevar los libros!-y de nuevo con furia grito-�pero que mas se pod�a esperar de ti p****!-pero Ana no le presto atenci�n a su balbuceo y solo sali� del aula tecleando su celular-

-Ya, ya c�lmate Jimena, no fue la gran cosa-calmo Mar�a mientras la enfurecida Jimena trataba de recuperar el aire que perdi� por gritar tan fuerte-

-�Qu� me calme dices? �C�mo podr�a calmarme? Todas saben lo enamorada que estoy del protagonista y me hacen esto-reprocho con falsas lagrimas en los ojos-y Giselle de ti es de quien menos lo esperaba�Giselle!-menciono su nombre una y otra vez pero la ni�a de cabello casta�o tan lacio como si lo hubieran planchado estaba muy ocupada tratando de llevar a su mirada a la nada misma como para prestarle atenci�n-�Giselle? Ahora me ignoras?!-

-D�jala�es imposible despertarla cuando ha entrado en ese estado de zombi-dijo Lizet con resignaci�n-

-�A quien le dices zombi?-reprocho Giselle con una alegre sonrisa en el rostro que Lizet r�pidamente ignoro para preguntarle:

-Ya sabes quienes son tus nuevos vecinos?

-No-respondi� despreocupadamente mientras tomaba una hoja de papel que doblaba como si le diera m�s importancia a eso que a la pregunta-
-Ayer estabas tan interesada en esa casa y ahora que por fin alguien vive all� le perdiste todo el inter�s �Qu� pasa contigo?

-Ahora vive alguien all�ya no esta abandonada-por alguna raz�n Lizet pens� que vio una sombra obscura rodear la apacible mirada de Giselle-Quiz� por eso ya no me interesa en lo m�s m�nimo�

-Gise�-trato de decir casi boquiabierta cuando Ana entro abruptamente sosteniendo en su mano un celular y tratando de recuperar el aliento tartamudeaba al ritmo de sus temblorosas manos-

-Melisa-pronuncio Ana entre balbuceos- Melisa�se suicido�

-De-de que hablas?- pregunto Lizet alterada-

-Melisa, Melisa! Se suicido hoy a la madrugada, sus padres no estaban y reci�n la encontraron mi mama me acaba de avisar-dec�a mientras las lagrimas y la desesperaci�n se le escapaban sin poder contenerlas-

Un pu�o furioso golpeo el pupitre y estremeci� a todos los que estaban cerca.

-Yo lo sabia-grito Lizet en estado de furia-sabia que pasar�a esto! Y todo fue culpa de esa maldita perra �en donde esta? �En donde diablos se meti�?

-Ella esta�

-�D�nde?-interrumpi� gritando-

-Es-esta en el hospital-respondi� Ana nerviosa-

-�En el hospital?

-Es que fue ella quien encontr� a Melisa y bueno cuando la vio se le bajo la presi�n y por eso esta en el hospit-

-Esa farsante �Qu� se asusto al verla? Ja si se le bajo la presi�n fue por felicidad al ver que el �nico estorbo en su vida hab�a desaparecido�pero la va a pagar, voy hacer que la pague-dijo antes de reventar en llanto incesante mientras Ana la rodeaba con los brazos-

�Melisa� Giselle conoc�a este nombre, era de una muchacha que trabajaba vendiendo golosinas en el colegio junto a don Pancho, una chica de no mas de diecisiete a�os que siempre la atend�a cuando ella iba a comprar. Nunca fueron amigas solo la conoc�a como se dice �de vista� pero Ana y Lizet eran muy buenas amigas de ella, , Lizet por que eran vecinas y Ana por que las conoc�a a ambas desde ni�a.

Aunque el hecho de que se halla suicidado no era de gran pesar para ella ya que no la conoc�a de tal manera como para sentir pena por su muerte, un sentimiento amargo la recorrio de pies a cabeza. Sera por que la palabra suicidio le era algo tan sin sentido como hablar de magia �Por qu�? Porque era cat�lica y habiendo sido criada seg�n los valores de esta religi�n en donde un suicidio sigificaba atentar contra Dios, era totalmente ajena a los sentimientos de una persona que hab�a escogido suicidarse.

Lizet y Ana casi al instante en que la profesora puso un pie en el aula salieron disparadas fuera sin siquiera dar explicaci�n alguna, mientras que ella y Mar�a quedaron mirando a sus amigas casi al borde de la desesperaci�n huir enfurecidas fuera del colegio.

-Pobre chica �no crees?-murmuro Mar�a lo suficientemente bajo como para que la profesora no la escuchara-

-Si�-respondi� ella sin cambiar el gesto despreocupado de su cara-

-No la conoc�a mucho pero�que este tipo de cosas pasen en verdad me entristecen�

-A mi tambi�n�-dijo no siendo este su verdadero pensamiento-

Entonces por un instante se olvido de Mar�a y de la voz chillona de la profesora para asentar su mirada en la ventana, por tantas cosas se hab�a olvidado de que apenas estaban en el tercer d�a de clases, pero como para ella el tiempo pasaba tan lento y pesado en ese lugar se le hacia como si hubiera estado sentada en ese mismo sitio hace mas de un mes, y es que a pesar de que un nuevo a�o escolar comenz� nada hab�a cambiado, todo segu�a igual, el colegio, sus amigas y la misma atmosfera muerta que se respiraba en ese pueblo por las tardes, lo �nico que cambio fue la imagen de la ventana que antes era el patio donde estaba la cancha y ahora era la vereda con los arboles de naranja.

-�No lo crees Giselle?-la voz de Mar�a la interrumpi�-

-Hee, este..-tartamudeo sin saber que responder-

-No me estabas escuchando! �Qu� pasa contigo? Bueno ya esta bien! Te estaba diciendo que Ana me mando un mensaje. Dice que esta noche es el funeral de Melisa y dice que deber�amos ir�a acompa�arla ya que Lizet esta muy mal�as� que �deber�amos ir?

-Tal vez�aunque nosotras no conoc�amos mucho a Melisa�pero por otro lado dejar a la impaciente y explosiva Lizet sola en ese estado podr�a causar una masacre en ese funeral�mmm-dudo por instante-si! Debemos ir- Afirmo con entusiasmo. Mar�a solo asinti� con la cabeza y luego ambas se devolvieron una sonrisa para despu�s dejar pasar la tarde sin hacer nada mas que esperar por el timbre de salida.

La noche cayo sobre el pueblo y lentamente las farolas de las calles se encendieron una a una iluminando el caminar de un grupo de personas, todas ellas vestidas de negro, con capelinas que les cubr�an la cara y llevando en sus manos las cuentas de un rosario segu�an el ritmo lento de sus pasos. Todos parec�an dirigirse a un peque�o hospital al frente de una placita, all� era el funeral de esa muchacha, de Melisa, si bien su cuerpo fue llevado al hospital principal, este no contaba con sala de velatorios mientras que el segundo hospital si.

El olor a incienso y velas aromatizantes envolv�an el lugar lleno de gente vestida de un deprimente color negro, algunos con los ojos hinchados y grandes ojeras que no pod�an hacer mas que llorar, otros en cambio, reunidos en peque�os grupos haciendo al chisme la base de su conversaci�n, en medio de esta deprimente atmosfera un solo llanto parec�a doloroso y sincero:

-�C�mo puede ser? �Por qu�? �Por qu�?-Murmuraba Lizet mientras apretaba fuertemente con sus dedos la parte lateral del ata�d de Melisa. Ana estaba a su lado tratando de contenerla, cuando una mujer entro en el sal�n y todas las miradas se dirigieron furiosas hacia ella, pero eso no pareci� importarle ya que caminaba manteniendo el pecho en alto, bien maquillada y con un vestuario tan corto y ajustado que la hac�an parecer una bailarina de cabaret por donde se la viera.

-Ho mi querida hijastra �Por qu�? �Por qu� te paso esto?-dijo en voz lo suficientemente alta y sobreactuada como para que todos la escucharan-fue tanta mi desgracia que hasta tuve que ser yo la que te encontrara en este estado!...-se lamento-

-�Qu� haces aqu�?-grito Lizet haciendo que su voz sobresaliera de entre los murmullos-

-�C�mo que, que hago? Solo vine a darle el ultimo adi�s a mi hija-respondi� la provocadora mujer con una gesto burl�n en la cara-

-No la llames �tu hija�. De entre todas las personas� � tu eres la que menos deber�a de estar aqu�! Fue por tu culpa que Melisa hizo esto! Tu solo eres una prostituta barata!

-Mocosa no me culpes por las locuras que haga otra ni�a est�pida que nada tiene que ver conmigo- entonces abandono toda la postura de �madre dolorida� que tenia al principio para dejar ver su verdadero ser-yo solo me acost� con su padre hasta que el dejo a su esposa y se quedo conmigo pero esta ni�a no es ni familia, ni nada mio, es mas ni siquiera me agradaba�.�y ustedes que miran?-se dirigio a la multitud que escond�a sus miradas sorprendidas y escandalizadas, debajo de los pa�uelos con los que secaban sus supuestas lagrimas- lo que digo no es nada nuevo, ni es algo que no sepan, as� que no hay para que actuar, ni ocultarlo! Lo cierto es que esta ni�a no le importaba a nadie �o es que ven a su madre o a su padre aqu�? Yo estoy aqu�y es por lastima, miren! Incluso yo soy mas humana que sus propios padres �la verdad es que me dan asco! Pero ese viejo me mantiene as� que no me queda otra opci�n, solo vine por que a pesar de ser una prostituta, y lo reconozco, al menos yo si tengo una pisca de sentimientos y en verdad sent�a lastima por esta ni�a idiota �eso es todo! Y ya no necesito que se me cuestione mas nada!...-Sus filosas palabras se detuvieron en esa frase cuando la furiosa mano de Lizet impacto contra su mejilla en una dolorosa cachetada que retumbo en todo el silencioso cuarto, las miradas sorprendidas rodearon la escena mientras la mujer tomo a Lizet por el pelo y la trajo hasta ella tratando de golpeara tambi�n pero Ana intervino intentando separarlas mientras la multitud se juntaba a su alrededor.

Giselle estaba afirmada en una esquina observando todo el escandalo con ojos vac�os y sin expresi�n en su rostro, justo como una simple mu�eca de adorno con su cabello suelto acomodado con apenas una peque�a traba negra y usaba un vestido con encajes de largo un poco mas debajo de las rodillas tambi�n de color negro, lucia los tules y los brillos como algo infaltable en cualquier prenda.

-Giselle! Giselle!-llego gritando Mar�a-�Qu� esta pasando?

-Ha, pues�emm-balbuceo Giselle tratando de darle apariencia al gesto e blanco de su cara-Lizet! Lizet esta teniendo una pelea con esa mujer, la amante del padre de Melisa!-afirmo fingiendo preocupaci�n-

-Debemos ir a ayudarla�

-Claro-respondi� corriendo detr�s de ella, pero solo la sigui� unos cuantos pasos, luego se detuvo en la mitad del camino y se giro hacia el otro lado, saliendo del sal�n-

Fuera de la sala de velatorios hab�a una peque�a placita, no tenia casi ning�n �rbol pero le sobraban los pedazos de pasto verde, acomodados en cuadros y delimitados por las entrecruzadas veredas, all� corr�a un viento igual de fuerte que el de la tarde pero mas fresco y apacible que hacia bailar el vestido de Giselle, ella camino unos cuantos pasos hasta llegar casi al medio y luego se volteo hacia el hospital pero sin intenciones de regresar, su cabello se mec�a junto a la brisa y sus labios, peque�os y rosados estaban mas agrupados que nunca, el gesto de su cara hacia de lo mas indescifrable a cualquier pensamiento que cruzara por su cabeza por que solo era una mirada sin direcci�n y una expresi�n sin emoci�n.

-Hace frio-murmuro rode�ndose el cuerpo con los brazos, mientras sus ojos parec�an haberse puestos fijos en la inmensa luna que se hab�a posado detr�s de la carretera que cruzaba delante de la placita, estaba tan grande y blanca como seria toda luna llena e irradiaba una p�lida luz que quiz� brillaba mas que las d�biles farolas de las calles. Desde donde estaba parada pod�a ver tambi�n su reflejo y el de todo el paisaje en las enormes puertas de vidrio del hospital, all� estaba una igual a ella, pero que no era ella sino que era un simple reflejo, tan igual y tan distinto al mismo tiempo, de pronto sus ojos se abrieron en un gesto de sorpresa, hab�a algo raro en la imagen que mostraban las puertas de vidrio, mientras que la luz de la luna era tan blanca al punto de ser p�lida, all� se reflejaba de lo mas rojiza, dejando en negro los lugares cubiertos por la sombra �pero que es�� se dijo a si misma tratando de descifrar solo con la vista este extra�o fen�meno. Tal vez solo era un efecto por las luces del pueblo, o tal vez los vidrios estaban reflejando alguna otra luz, pensaba mientras buscaba una explicaci�n, pero toda hip�tesis que hubiera formulado hasta entonces se desvaneci� cuando vio que la rojiza luz del reflejo fue apareciendo de a poco a su alrededor, en peque�as escalas, tan r�pida como un refusilo, aparec�a y en un segundo desaparec�a y as� lo hacia con mas frecuencia hasta que acabo por envolver todo en una luz tenue, algo parecido a un atardecer pero mas intenso.

Ella retrocedi� unos cuantos pasos algo asustada y luego se giro hacia la carretera para ver estupefacta que la luna blanca y brillante que hab�a admirado hace un instante se ti�o de un transparente rojo y era de ah� de donde venia ese brillo color sangre que parec�a quemar los ojos si se lo miraba directamente.

-Al fin te encuentro! Pedazo de basura me cost� tanto trabajo dar contigo- esas ofensivas palabras sonaron en una voz masculina que llamo su atenci�n casi al instante y se volteo, pareci�ndole que ese momento en el que visualizaba a la persona detr�s de ella, pasara en c�mara lenta.

Cabello rojizo, una postura algo relajada pero igualmente firme junto a sus ojos que brillaban como si un fuego carmes� ardiera en sus pupilas, eran las caracter�sticas mas resaltantes de este chico que le dedico una mirada llena de desprecio.

�Y entonces me encontr� nuevamente con esa clase de persona que tanto desprecio pero que por alguna raz�n abundan en este asqueroso pueblo�-Yo Lucas�el cazador de almas �he venido a deshacerme de ti-dijo con firmeza-

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2 Comentarios

• 

  Davidlg

  “desde que vi esa sonrisa llena de malicia aparentando ser amabilidad…me pregunte si las personas que estaban a su alrededor eran estúpidas o realmente no se daban cuenta de la falsedad que había detrás de ella…”
  
  AQUÍ PIENSO QUE EL MUCHACHO SE REFIERA A GISELLE PERO NO ES MUY CLARO. NO TIENES QUE MENCIONARLA, PERO SÍ SERÍA BUENO INDICAR ALGUNA CARACTERÍSTICA QUE NOS AYUDE A DEDUCIRLO.
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  ...El muchacho volteo levemente a verla sin que ella se diera cuenta y en sus claros ojos grises se reflejaba su imagen corriendo detrás de sus amigas “o tal vez no se daban cuenta de su falsedad por que aquí nadie es en verdad real…” de esta manera con esta simple escena el chico dejo ir su ultimo pensamiento antes de alzar la mirada al cielo y dejar salir un suspiro disconforme.
  
  ¿AQUÍ TERMINA ESTE DÍA Y LAS LINEAS SIGUIENTES SON DE OTRO? SI ES ASÍ PUEDES COMENZAR LA PARTE SIGUIENTE CON UN: "Al día siguiente..." SI NO ES DE TU AGRADO ESA ORACIÓN HAY OTRAS MÁS. ENTONCES SE PODRÍA VER ASÍ:
  
  Al día siguiente, Giselle y sus amigas platicaban durante el almuerzo:
  -Y entonces, en eso quedo la novela.
  Ana concluyó con su relato mientras una bandada de chicas la rodeaban con caras sorprendidas.
  -¿Entonces así quedó? ¡Que envidia! Ustedes pudieron ver la telenovela y nosotras nos quedamos después de clases porque la profesora nos pidió ayuda con los libros, pero...
  La mirada de la niña que habló se intensificó en Ana, que con un gesto enfurecido gritó:
  -¡Ese era su trabajo malditas p...!
  
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  La noche cayo sobre el pueblo y lentamente las farolas de las calles se encendieron una a una iluminando el caminar de un grupo de personas, todas ellas vestidas de negro, con capelinas que les cubrían la cara y llevando en sus manos las cuentas de un rosario seguían el ritmo lento de sus pasos. Todos parecían dirigirse a un pequeño hospital al frente de una placita, allí era el funeral de esa muchacha, de Melisa, si bien su cuerpo fue llevado al hospital principal, este no contaba con sala de velatorios mientras que el segundo hospital si.
  El olor a incienso y velas aromatizantes envolvían el lugar lleno de gente vestida de un deprimente color negro, algunos con los ojos hinchados y grandes ojeras que no podían hacer mas que llorar, otros en cambio, reunidos en pequeños grupos haciendo al chisme la base de su conversación, en medio de esta deprimente atmosfera un solo llanto parecía doloroso y sincero:
  
  
  ESTE TEXTO ES EL QUE MEJOR TE QUEDÓ DE ESTE CAPITULO; CAMBIAS DE UN SUCESO A OTRO DE UNA FORMA LIMPIA, SIN DEJAR DUDAS DE LO QUE ESTÁ POR SUCEDER. NOS PRESENTAS LA ATMÓSFERA ANTES DE LLEGAR A LA ESCENA Y NOS INSINÚAS QUE ES LO QUE PODEMOS ESPERAR.
  
  Todo esto es una humilde opinión que si bien te puede servir, también la puedes ignorar; sin embargo, mi intención es que llegues a finalizar esta novela con éxito. Tal vez por empatía o que se yo... Espero no ofenderte si soy muy entrometido. Mucha suerte y que la inspiración te siga llegando. ¡Saludos y un abrazo!

  21/03/12 05:03

• 

  Lucy

  Gracias por tu opinion..la verdad que tenias razon y cambie esa parte en el dialogo de Ana...jeje muchas graciasss...un abrazo :)
  

  21/03/12 03:03