Capitulo 5: la Siguiente Presa
de la Araña
-
¿No te parece que es un desperdicio?-dijo Lizet mientras miraba algo con disconformidad-
-¿Qué cosa?-pregunto Giselle poniendo más atención en la hoja sobre la que dibujaba-
-Lucas
-¿Qué pasa con el?
-Pues termino juntándose con el idiota de Javier
eso es
¿Me-me estas escuchando?-reprocho enojada-
-Termine, termine!-alardeo entusiasmada-
-¿De que hablas?
-Mira!-se giro mostrándole el dibujo de una hermosa rosa tapada de espinas-¿Qué te parece? Es muy lindo ¿verdad?
-¿Lindo? La rosa es muy bonita pero
¿y esas espinas?
-¿he? Es normal que tenga espinas por que
las rosas tiene espinas
¿o no Lizet?-la miro con sus ojos llenos de malicia y arqueo los labios en una sonrisa simulando amabilidad-
-Si pero
la rosa sola se hubiera visto mejor ¿no crees?...
-Así que no se ve bien
- sus parpados cayeron en una expresión decepcionada-
-Pe-pero así esta muy bien, tus dibujos siempre son muy hermosos Giselle
-Gracias
-sonrió conforme-
Lizet estiro sus largas y esbeltas piernas poniéndose de pie.
-Voy al kiosco de don Pancho ¿quieres que te compre algo?
-No
, ha! si ves a Anita dile que venga, por que ya termine el dibujo que quería.
-¿el dibujo era para ella?
-Si, me dijo: dibuja algo para mi por eso
-Bien, yo también quiero un dibujo!- exigió y salió del aula-
-En realidad me dijo dibuja algo que te recuerde a mi
-murmuro-
Giselle volvió su mirada hacia Lucas quien estaba sentado apoyando el codo sobre la mesa y sosteniendo su mejilla con la mano mientras escuchaba con expresión aburrida los alardes de Javier.
-Te lo digo en serio! El mejor equipo de futbol juvenil de por aquí es en el que juego yo! De eso no hay duda- decía en voz tan alta que de seguro lo escuchaban hasta la biblioteca- si dejaras que yo te entrene algún día entrarías a mi equipo ¿Qué dices?
El timbre sonó antes que la perezosa boca de Lucas se moviera para responder. Lentamente el aula se lleno de alumnos mientras que los que ya estaban ahí tomaban asiento. Ana y Lizet entraron agarradas del brazo charlando de algo en voz baja y se acomodaron en los bancos que estaban al lado de Giselle.
-¿Paso algo?-les pregunto al ver que su cuchicheo era mas duradero de lo normal-
-Carmen-respondieron-
-¿Carmen?-
-La hermana de Melisa
-Ha ¿Qué pasa con ella?
-Ella esta
-trato de decir pero la profesora que apenas habia entrado la interrumpio-
-Señoritas ¿no se dan cuenta de que ya comenzó la clase?-replico sin apartar la vista hasta asegurarse de que cesaran con su charla-¿y bien? ¿Será posible que pueda explicar la ecuación sin tener como fondo sus molestos murmullos?-
Lizet le dedico un gesto sobrador y se acomodó mirando hacia la pizarra mientras que Ana saco su celular y jugueteaba con el haciendo de cuenta que la profesora y sus reproches eran un mero cartel pintado.
Giselle bajo la mirada hacia el dibujo que se extendía en la hoja de su cuaderno, una hermosa rosa con pétalos suavemente marcados y filosas espinas rodeándola, no parecían lastimarla ni aprisionarla si no que mas bien la adornaban. Continúo paseando el lápiz sobre el boceto creando las sombras y finalmente escribió una frase al pie de la página.
-Anita-le susurro a su amiga-aquí esta el dibujo que querías
-entrego su obra terminada-
Una vez que vio serrar los dedos de Ana sobre la hoja se puso de pie y con el permiso de la profesora salió del aula. Ella observo el dibujo y sonrió con picardía luego de leer la frase que su amiga le había dedicado.
El patio estaba casi vacío durante las horas de clase, quizá por eso Giselle lo veía mas grande que de costumbre. Camino el línea recta dirigiéndose al kiosco de don Pancho, entonces recibió el saludo de un conocido a quien le sonrió y manteniendo ese gesto alegre en el rostro se detuvo delante del mostrador de golosinas.
-Algo dulce para una cara amarga- la voz ronca de don Pacho entonando esta frase la lleno de desconcierto-
-¿de que habla?-lanzo una risa forzada creyendo que el solo le estaba jugando una broma, pero el anciano la miro con sus ojos llenos de suspicacia detrás del cristal de los anteojos y le respondió:
-Uno puede domesticar al rostro para que no delate al corazón pero los ojos son rebeldes y siempre muestran la verdad
-Chicles
-pidió poniendo una expresión llena de antipatía-de frutas
El rio entre dientes y se volteo a buscar lo que le había pedido.
Mientras, Giselle observaba a una muchacha de rostro decaído que limpiaba los estantes con desgano. Carmen pensó y ese sentimiento amargo la invadió de nuevo. Obviamente su deprimente actitud se debía a la reciente muerte de su hermana ¿y aun así don Pancho la hacia trabajar? Se pregunto cuando el hablo nuevamente con su tono dulzón.
-Es bueno mantener la mente en movimiento para que los malos pensamientos no alcancen- miro a Carmen con cariño y se entristeció cuando ella salió diciendo que necesitaba ir al baño- pero a veces nosotros mismos nos entregamos a la desesperación- concluyo-
Giselle solo se limito a tomar los chicles y voltearse para regresar al aula pero antes de que pudiera alejarse tanto como para no escucharlo el anciano dejo salir un par de palabras.
-Tu cabello
esta despeinado
-sonrió levemente-deberías acomodarlo-aconsejo-
Ella se detuvo un instante y luego continuo caminando pero esta vez en dirección contraria.
Arrojo los chicles con molestia sobre la mesa de mármol que sostenía los espejos del baño y se enfoco en su reflejo. Los pequeños moños grises que lucían sobre el color castaño de su cabello, sus pestañas arqueadas y sus ojos marrones resaltaban aun mas bajo el delineador negro mientras que su piel blanca parecía tan pulcra con todos los desperfectos hábilmente maquillados, no había nada fuera de lugar, nada que este mal, sin embargo
Lanzo un chorro de agua sobre el espejo y aun entre las gotas que resbalaban por el vidrio veía perfectamente todos sus defectos, cosas que intentaba ocultar pero que eran obvias si las miraba ella misma. Pobrecita comenzaron a decir las voces de un recuerdo, pobrecita esta mojada, repetían mientras que ella hacia como si no las escuchara, pero si lo recordaba claramente, a los propietarios de esas voces, a los que decían esas palabras en un tono compasivo pero con miradas llenas de desprecio y sonrisas burlonas, los recordaba aunque no quería hacerlo, sus estúpidas caras, sus insoportables carcajadas y también
Un sonido la saco de sus pensamientos, parecían sollozos. Al principio los escucho a su alrededor pero luego se dio cuenta de que provenían de la ultima puerta al fondo del pasillo, camino hasta allí y pudo ver aterrada como una delgada línea de sangre se escurría por debajo de ella, las piernas le comenzaron a temblar pero su curiosidad siempre fue mas fuerte que cualquier temor, entonces tragando la saliva empujo la puerta, esta se movió con un rechinido y dejo a la vista el cuerpo ensangrentado que yacía en el piso, era Carmen, con cortadas en las muñecas y una que parecía mas profunda en el cuello, su cara estaba pálida, traía una expresión pasiva, como si estuviera dormida pero esas heridas que no dejaban de escurrir sangre resaltando en los blancos mosaicos parecían estar llevándosela con cada gota que salía.
Giselle retrocedió un par de pasos hasta chocar contra la pared mientras se cubría la boca con las manos intentando controlar el pánico y cuando por fin pudo reaccionar dejo salir un fuerte y desesperado grito que retumbo e cada rincón del colegio.
Lucy30 de abril de 2012-
Davidlg
Hey creo que ahora te voy a pedir consejo a ti. No se que edad tienes, pero te puedo decir que escribir te sienta natural. ¿Estás estudiando algo en especifico sobre literatura? No me sorprendería, acomodas las ideas y el objetivo en buen lugar. Todavía hay un poco de paja, pero eso es normal; de hecho todos los escritores (aún los reconocidos) siempre la ponen. el suspenso es muy bueno hasta ahora, lo único que recomendaría es que de una forma que tú lo creas conveniente; nos permitas ver algo más de la naturaleza de ese mal que se cierne sobre dicho pueblo.
Y de paso si te queda algún tiempo, quiero pedir tu opinión para alguno de mis textos, el que tu elijas; si estas de acuerdo. Un saludo y felicidades!
01/05/12 11:05
