Tus ojos atardecidos
tu misterio sombra
tu manos artistas
tu decir en versos
tu ángel oculto
tu corazón hogar
tu fuego enloquecido
tus espantos negros
tu dios y tu pensar
tu dolor poco a poco
tu neblina aguacero
tu secreto templo
tu ser caudaloso
tu sangre muy roja
tus caminos al revés
tu sabor a tierra
tu calor de leño
tu oración al pie de un árbol
tus días largos y cortos
tus lágrimas a cuestas
tu caminar por donde el tiempo vaga
tu no saber dónde queda el mundo
tu hablar para cubrir silencios
todo lo que te separa de la vida y, a pesar de ello, tu fuerza.
Te Amo.
Mora, Reina Mora,Adriana, Luíta
Luia,
cuánta vida evoca tu turno en este diálogo.
Me ha resultado reconfortante ampliar tanto el marco que encuadra esta presencia transparente, aunque densa y abundante.
Presencia que trasciende la tierra y los caminos volteados.
Me ha gustado mucho. Un saludo