Quizá la vida no se aventure por la obligación de parir. Es un acto que se pierde en la memoria de la carne, en la apretura del mundo estéril, en la libertad creadora, madre de todas las batallas.
La palabra tiene algo de todo el embeleso de tu texto. Pero, nace en la soledad de un juego de movimientos, acelerada o bajo el control de quienes las someten. Palabra y maternidad...lo femenino que desemboca en la gran tragedia de las diosas madres. Un salto en tu peculiar estilo. Texto con eternidades que suspiran. Miramos...o quizá, mecemos sin a pausa justa. ¿ Lo ves ? Tuvo que ser POESÍA, madre y Poema...su fruto. Un inmenso saludo. Admirándote.
Que hermoso poema, es un poema digno de alguien no menos bello.
Belleza poetisa y poema, la más hermosa conjunción de este planeta.
Un beso.
Pol.
Una amplia ventana desde donde contemplo a ese mundo femenino de prodigios, elocuente y certero en veracidad.
Abrazos!
he aquí, el perfume de las palabras.
gracias por permitirnos leer lo que escribes.
Este mundo femenino que complementa al hombre y en él se completa, Indigo.
Besos!
Esencia femenina analizada por ojos masculinos.
Un prodigio de síntesis lírico.
Un gran abrazo.
Ay, Luia. Leo, admirada: admiración. Y pienso en los que no miran; si te hubieran leído...
Para saber, para sentir.
Hasta yo, que soy madre, acabo de descubrirme. : )
Un abrazo.
seguimos pariendo. pienso que es una de las pocas cosas que no han cambiado.
muy bueno.
saludos