Lo he leído varias veces intentando descifrarlo, iba en busca del goce y lo encontró, un goce inabarcable para él.
No dejó que todo se perdiera y consiguió la última resurrección.
Así es la vida, Luía. Alcanzamos la catarsis y luegooooooo.
Pero que nos quiten lo bailao.
No sé si te he entendido, pero sé que me he entendido.
Un gran texto.
27/07/14 07:07
Lo has entendido, Mejorana querida. Agrego, y por cómo siguió la historia, que nadie sabe cuándo su nueva resurrección es la última.
Gracias y muchos besos
Lu
27/07/14 08:07
Desvelado el misterio solo me queda que leido en clave de humor hubiera pensado en una rigurosa inspeccion de hacienda...pero menos mal que esta vez el inspector no levantó un acta sancionadora y levantó otra cosa...Buen poema,casi ciencia ficción...se deja todo a medias,sin un buen inspector.
Un abrazo
Carlos
27/07/14 11:07
Gracias por lo de querida, Lu. Tu también eres muy importante para mi. Y me gusta tu nombre. Tan cortito, tan punzante, tan suave.
Casi rozando la luz.
28/07/14 11:07
Con un comienzo que presagia felicidad, luego se inclina a un dramático desenlace: Él, mantener la eternidad de lo inabarcable y se apagó el fuego. Ella, no sé que decidió.
Intrigante y hermético hasta cierto punto, pero leíble y con agrado de mi parte.
Saludos Luia.
31/07/14 05:07
El hermetismo se me une a la reserva y la introversión, Indigo.
Mil gracias por tu lectura
Lu
11/08/14 11:08