José Sale a la Vida
José sale a la vida, el estómago le rechina por falta de calor. El alimento no ha llegado a su casa desde hace un día. Su madre, Inés, lleva dos días afuera, persiguiendo el sueño de cada noche, uno que no llega y en el que se pierde un poco cada vez. Su padre, es un nombre que alguna vez escucho, y que hace que su madre llore cuando el eco de las paredes lo resuenan en la casa.
Camina, José, no te quedes atrás. No ves que solo es la pobreza que llevas cargando. Esa dama que te ha acompañado toda la vida y de la que no te puedes deshacer. Llora, no importa. Una lágrima que cae de la nada, solo es nada. Siente el rigor del amor que alguien le da al robarte el pan de la boca, sueña perdido, que la luz del mundo del mañana ya la han hurtado.
Sueña, mi pobre José, que no cuesta nada soñar en el país del no pasa nada. Donde el futuro se ha perdido y el pasado se ha ido.
Sonríe, que la ley de la atracción traiga lo mejor, y la televisión nos haga cosquillas con sus tonterías.
Guiña a la vida, que a lo mejor ella te contesta. Olvídate de todo, del dolor, de la amargura.
Hay José, como quisiera que fueras un cuento, solo eso, y no existieras haya afuera. Pero sueña mi niño, que tal vez solo sea eso, un mal sueño, que he tenido yo.
