Empujo mi alma por senderos exentos de gloria.
Mi caminar, ya no lento, se vuelve obsesivo.
Obtengo respeto inesperado de aquel que me odia.
Ni me lamento por no morir, ni me alegro de estar vivo.
Fulmino con la mirada a los que no saben mirar.
Aprendo a metabolizar la sangre que no es mía.
Y aún así, me considero menos por considerar
que, secretamente, soy mi propio espía.
Relativizo la fuerza del golpe.
Saco brillo a mis puñales.
Pero mi memoria no madura.
Y al final de los finales,
aún continúo tan torpe
que me recreo en la tortura.
¿Cómo?
¿Cómo puede ser,
que sin querer
me jure a mí mismo que
"olvido" es tu nuevo nombre?
¿Cómo?
¿Cómo puedo creer,
que recordarte es
pedir perdón por
seguir siendo el mismo hombre?
Ni dónde ni por qué,
sé si sigue en pie
mi estatua en el desierto
Ni cuándo ni por quién,
tendría que lamentar
un pasado sin aciertos.
La cuestión es cómo.
¿Cómo ha sucedido esto?
¿Cómo el más resuelto
de los que no están muertos,
cree que vivir con miedo
es mejor que caer sincero?
¿Y cómo es posible que una duda,
me mantenga ahora en vilo,
si en mis reflejos se escuda
lo imprescindible de mi estilo?
¿Cómo será que no queda hueco,
para la noche que yo quiero?
¿Cómo, cómo es que pregunto?
¿Cómo?
El miedo nos hace esclavos y se convierte en una tortura. Muy buen poema, me ha gustado mucho y, aunque no lo creas, somos muchos los que nos sentimos así. Mis felicitaciones, llegas muy adentro.
Un beso
Lis