Guerra Triunfal
Etapa nueva,
después de aquella
chanson de Roldán
en la que me vi atrapado.
Reclutado en esta leva,
ya sin más querellas
de esas que siempre crean,
risas de hiena que dejan desolado.
Ahora voy a honrar,
a maestros de kung fú,
pasa de mí, duquesa del saber estar
que voy a llegar aún más lejos que tú.
Estrabón de fácil risa,
diablo cojuelo sin prisa.
Lucifer simpático, urbano espía,
tú, farero de Alejandría.
A ti te llamarían diablesa
si estuvieras presa
en tu mundo pitagórico.
Barbie superstar, ten paciencia,
que nos quedamos estoicos,
ante tu sobrada suficiencia.
Alquimista amanerado,
y arpía de labios sellados
¡que ironía!
Con vuestro arte,
no podréis comprarme,
sin sellar la garantía.
Cómico de la cuenca
de la gracia fría;
bizantina colega,
de mi gestor de filosofía.
Y luego mi preferido,
eminencia sin parangón.
Cazador de reliquias,
auténtico Indiana Jones.
Ellos serán mis Carontes,
por veredas y montes.
Por esta Estigia que es la vida.
No se me ocurren mejores guías,
y el resto del trabajo lo haré yo.
Vuelvo a empezar de cero,
logrando de antemano la misión.
A Dioniso pongo por testigo,
que algún día ya no te veré;
pero que cuando acabe la guerra
contigo a las trincheras volveré.
