TusTextos

Más Allá de la Atalaya

Me enseñaron que un hombre solo es hombre
si firmemente digno aguanta la mirada.
Que contener el llanto, barbilla temblando
era mejor que la pupila empapada.

Te llamaba Etemenanki
pero pude nombrarte abismo.
La pirámide inclinada de una Historia
que no permití brotar de una lágrima.

Tenía 1899 razones para elevarme
y solo quinientas para tirarte por tierra.
Bien lo sabías, ibas a existir.
En diez millones de segundos estabas lista
poco tardé en acariciar el Cielo.
Eclipse parcial, a la sombra tu sonrisa:
último modelo de la firma Thelma & Louise.

Empezaste a crecer, al principio muro y bruma
una huella de carbono sobre la medialuna.
Y vinieron desde el siglo XXVII a verte
a recordarme que te pintara de presente.
Nos volcamos tanto al desenfreno
que hasta James Dean nos retiró el saludo.
Dejamos de ser espejo
para ser espejismo
y la melancolía sacudió el centro de gravedad.

Pero desterramos la memoria
(la inteligencia del tonto)
y seguimos con la batimetría pélvica
de la Madonna Celestial,
robando peras al olmo
rimancero.

Hasta que en tus terrazas
hoy he recogido mierda de perro
y eso fue más poesía
que una década contigo.

A expensas de la estrella de plata
que me hizo rey, guerrero, mago y amante
no hay espiral que me valga
como telescopio de lo de antes.
Y de repente,
soy tan alto
como lo eras tú.

Te envidiaba.
Yo, el obrero, y al charco
que me vendía un tótem de Nadie
y le perdí el respeto
cuando me quede sin aire.

Te recuerdo como la prueba
de que no hay ascensor a la estratosfera
y probablemente no lo quiera.
Tu utilidad llega ahora.
Que ya no me sirves de nada.
Cuando nada obsoleto dura
toda la postmodernidad.

Bajaré por tus escalones saltando
desde el caos que hice mi Marca
a Marcos.
Despierto.
Seré la torre caída de un estilo
que carezca ya de disfraz incierto.

Instalaré cabezas de playa en el desierto
de lo real, para el desembarco anfibio
que vendrá
cuando la hora sea propicia.
Mi sueño ahora es inmolar
en cada rellano un pozo
y colocar
a estribor
la cruz de mis despojos
para añadir mi poesía como arma arrojadiza
al arsenal del firmamento.

Y llegando así al numinoso momento
en el que tras derribarte
Babel de mis desvelos
solo pienso en edificarte otra vez
y dormir bien arropado por la calima.

Porque llegué a la cúspide del monumento
pero a ganar la cima
lo aprendí desde los cimientos.
Luko179130 de junio de 2023

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