Me largo de esta realidad
me pienso mudar, los sabados de madrugada
a donde me diga tu boca
al lugar que mande tu mirada.
Al paraíso de tu pelo,
A la calle de tu cuerpo
cualquier hogar es bueno
a medio metro de ti
acaricio el cielo.
A la avenida de los que cayeron
en la trampa de tus manos,
a la travesía de los que creyeron,
que podrían hablar desde lejos
siendo solo amigos, compañeros suburbanos
que podrían tirarte los tejos
eso es lo que ellos quisieron.
No me importa esperar
agazapado cual predador
en la maleza
pero no te voy a comprar
ni un suspiro de amor,
querida reina de las sutilezas.
Véndeme una casa
yo pago nuestra mudanza,
no alquilo, de momento
ilusiones falsas.
Te regalo un solo sentimiento,
para otro más
la fuerza no me alcanza.
