Duele el dolor.
Sabe el sabor.
Brilla tu color.
Escapa el fugitivo.
Cierro por derribo.
Cambio a malhechor,
carezco de motivo.
Alegra la alegría.
Alergia a mi tontería.
Hablan mis palabras.
Chirrían mis bisagras.
Alianzas impías.
Enemistades sacras.
Divago en el psiquiatra.
Merezco un nuevo día.
Intento escribir canciones
de versos coherentes
e ideas que no estén rotas.
Falso verano, falsas vacaciones
que presencian mi presente
y me extraen mi última gota.
La que siempre colma el vaso.
Y acepté entonces el caso,
del demócrata que no vota.
Leí las andanzas milagrosas
del héroe que gritaba Kimota.
Y me ardió el costado,
allí donde me han matado.
con la lanza del destino.
Manó la sangre y el fuego.
Mi corazón se paró luego.
Asesinato clandestino.
Erraré como el errante.
Viajaré a tierras remotas.
Actuaré como un idiota.
Solo seguiré adelante.
Pagaré todas las cuotas.
Lucharé como un patriota.
Y no caeré, hasta antes,
de sangrar la última gota.
Hasta antes de quitarme,
mi última gota.
Pero siempre hay que reservar la última gota, esa no se debe dejar derramar...Mucha fuerza es lo que veo en tus versos. Saludos cordiales