No soy capaz, no puedo
que lo hagan tus dedos por mí.
Cuenta todos los días
que vivimos sin miedo.
Aún recuerdo lo que sentí,
y lo que todavía sientes.
Luchando por un eterno verano,
pero con un amor tan potente...
perdidas las caricias de cariño cercano.
Hoy solo ruego que me des
cinco razones para olvidarte
de una vez y no mirarte,
hasta que mi corazón
esté bien enterrado
y a la quinta citación
te haya de ver en el juzgado.
Cinco son las disculpas que no pido,
no quiero, no necesito.
No olvides que cuando olvido
soy solo un pobre niño,
y en mis labios un grito:
-Te quería, te quería,
vivir sin ti no sabría.
Mi alma te pertenecía,
lo mejor que he regalado.
Sentimental de día,
de noche un desesperado.
No le pido ya,
cuentas al destino,
se ha dado a la fuga,
le importamos un comino.
Cinco copas más, seré pirata de los vodkas del sur.
Cinco horas después, ya ni trataré de tú.
Cinco versos más, y me retiro a descansar.
Sin oportunidad, ¡cinco más me tendrías que dar!
Luego llámame cinco veces ladrón
si te traiciono, querida.
Nómbrame cinco veces traidor
si no puedo cambiar en esta vida.
Di, por ahí, las veces
que te venga en gana,
que soy uno de los herejes
que no siguen tu fe cristiana.
Si no quieres verme hoy,
acuérdate de quien soy,
que ya no estaré mañana.
