Obedecemos fuerzas que superan nuestro entendimiento.
Colaboramos en periplos que no llevan a nada.
Combatimos en guerras que no valen la pena.
Adoramos ideales de los que el alma se hace esclava.
Pronunciamos grandes palabras... que se lleva el viento.
Canjeamos los cantos de cisne por los de sirena.
No valoramos lo que antes dejamos que nos arruinara.
Contamos cuentos, alejando los miedos
presentes en la noche más lejana.
Y después de que llegue,
golpeando con voz de trueno,
y una vez que se pasa,
la tierra nos es tan leve
que pedimos caminar de nuevo,
pisando, cómo no, sobre brasas.

Morimos en el instante que la vida ya no es sueño.
La rutina pasa a ser ruinas si dejamos pasar el tiempo.
Merecemos lo que no tenemos, y queremos solamente
lo que nosotros mismos hicimos huir.
Aléjate de mí, clama una voz en mi mente,
silenciando lo poco que se puede decir.
Será cuestión de sentir,
grabar a fuego una intención;
habrá que arrasar un último bosque
para no caer otra vez en la tentación
de vivir las hazañas de un ladrón,
cuyo oficio es robar virtudes ajenas
para dárselas al mejor postor.
Qué casualidad, ése suelo ser yo.

Quiero saber si se puede
coser con un hilo de vida
la misma puta herida,
que todavía no permito curar.
Porque el dolor que duele es breve,
pero aún lo he de rentabilizar;
y no quiero, por si me muero,
que me mate en venganza.
Podría llegar hasta la meta,
pero mi espíritu aún no la alcanza.

Sé lo que es una revolución.
He vivido el final de una era.
Ahora probaré a custodiar
la semilla de una resurrección,
enterrada bajo una piedra.
Y esta vez, lucharé libre,
una eternidad si fuera posible.
Plantaré cara como un hombre.
Porque ni la piedra será una lápida,
ni llevará inscrita mi nombre.

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4 Comentarios

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  Serge

  Sé lo que es una revolución.
  He vivido el final de una era.
  Ahora probaré a custodiar
  la semilla de una resurrección,
  enterrada bajo una piedra.
  Y esta vez, lucharé libre,
  una eternidad si fuera posible.
  Plantaré cara como un hombre.
  Porque ni la piedra será una lápida,
  ni llevará inscrita mi nombre.
  
  Los seres humanos siempre hacemos lo que no debemos hacer, pensamos que todos esos esfuerzos inútiles nos llenaran y dejamos de lado lo real. Pero darle cara a la vida de manera despierta es un gran paso y muy pocos se atreven a ver más allá.
  
  Un gusto leerte.
  
  Serge.

  19/11/13 11:11

• 

  Luko1791

  Tú eres para mí una persona que sí que se atreve a ver más allá. Gracias por leerme, amigo Serge. Un abrazo :)

  25/11/13 01:11

• 

  Danae

  Morimos en el instante que la vida ya no es sueño...
  
  Ahora probaré a custodiar
  la semilla de una resurrección,
  enterrada bajo una piedra...
  Porque ni la piedra será una lápida,
  ni llevará inscrita mi nombre.
  
  Un poema muy intenso e impactante, Luko, que es imposible que deje al lector indiferente.
  Espero que nunca muera ni tu deseo de soñar, ni tu sueño.
  Un enorme abrazo para ti.
  
  

  28/11/13 08:11

• 

  Luko1791

  Si hay algo que a mí nunca me ha dejado indiferente es tener la certeza de recibir, camuflado tras tus palabras, el apoyo necesario para continuar escribiendo. Comentarios como éste son atesorados por siempre, Dánae, un gran abrazo :)

  15/12/13 06:12