CAMINANTE
Camino y dejo que la luna me ilumine ,
se abra la herida y me sangre el corazón,
ya casi no tengo respiro para andar,
la lluvia y el viento me llevan y en sus manos dejo mi ser.
El sueño se apoderó de mí,
como brazos gigantes aterradores,
caminaba junto al miedo,
Caminaba de su brazo,
sus ojos, son negros.
Su caminar sangriento,
Va dejando una estela de dolor, de sufrimiento.
No más miedo, ni más recuerdos,
no más dolor!!!, mi Diós.
Que padecimiento y penuria impregna todo el relato.
Se siente todo el dolor que plasma.
Saludos afectuosos.