Inundando de esperanzas el discreto rincón, contemplo con fruicción
el discreto sofá, que lleno de historias antiguas , me inundan de recuerdos.
Resuenan en él, el crujir de la piel ya apagada y suave por el tiempo, el viejo sofá
lleno de lecturas, de esos libros antiguos, de caparazón duro y con bellos decorados,
parece revivir en mi, la ilusión de volverlos a leer, a respirar su aroma a antiguo, a una
pizca de humedad vivida.
Con la delicadeza de una geisa, un respirar libre de lastres, hace magia en los envoltorios de
papel con el que los envuelvo.
Como guardando la calidez de su interior, los trato como un bebe en el regazo de su madre,
con amor y dulzura, anegan hasta el alma de claros amores.
Como agua del arroyo lentas y cristalinas, esos son tus amores,,,,,libros.
Describes perfecto ese momento mágico de lectura cuando tienes un buen libro entre tus manos.
Buen texto.