amante efímero,
mientras bailas en mis pensamientos
en el contorno de tus labios
te llevaste todos mis sueños
como el frío encaje de los vientos
cuando la noche preñada de nubarrones se dolía.

Arropada de tristeza
sigo mirándome desmemorariada,
como laguna sin anhelos
en el empuje de la inmensa nada.

¡Ah la vida!
esa desesperada que viaja conmigo
en los vagones de mis mundos internos
llenos de nada,
testigos de mis sueños vagabundos
bailando en el umbral de lo prohibido,

En la incertidumbre vivo
al no saber de mañanas ni después,
desamparada con los huesos desnudos.

Sin más certeza que el devenir de mis deseos
enajenada en un rincón dubitativa,
donde desesperadas yacen rotas las palabras
el arpa suspira y el violín gime sus penas

Los días desgarrados por el tiempo,
pasan como si tal cosa,
acompasados recuerdos oscuros
y lejanos rostros que perfuman el aire fatigado.

Doris Melo. 2011

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