Bajo el Sol de la mañana Roque mira los restos de matorral incendiados ayer, millones de caracoles quemados brillan con su cascara blanca ahora hueca…
Lucen entre cascos de botella y latas de cerveza, tiradas quizá porque en ese campo no hay papelera, o por la dejadez de algunas cabezas…
En el otro lado del campo, millones más de caracoles, se han salvado, subidos a plantas silvestres se arremolinan, bajo el candente Sol, en masa insectívora de plato de mucha degustación, por el hombre, perpetúan aún mas se creía sin sexo, que ahora se ha descubierto, que ellos también follan a cielo abierto…
Roque coge un caracol, o más bien su antigua concha y un panal de avispas del suelo que ardió anoche, de entre sus manos callosas, que sin querer se tiznan con las briznas socarradas, pero frías aún por el rocío de la mañana y lleva a la boca ambas cosas, masticando sus cascaras, con sabor agrio y quemado, sonríe y luego las escupe en un gran salivazo con espuma blanca y halo negro.

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3 Comentarios

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  Asun

  Muy gráfico, pero a ver si tantos millones de caracoles nos van a invadir o algo, mira que me dá un poquito de yuyu.
  Perdona, no te conozco y no vayas a enfadarte, el relato me ha gustado mucho.
  Saludos.

  25/08/11 07:08

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  Manucueva

  Intentando innovar, estaba, no se si creerme de verdad que te guste este, pero muchas gracias de todas formas.

  26/08/11 06:08

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  Asun

  Oye que si te digo que me gusta, es que me gusta....

  29/08/11 07:08